Derivado de la presencia de la pandemia en los últimos años se ha registrado un incremento considerable en los índices de diagnóstico de niños y niñas con autismo, declaró la psicóloga de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), doctora Eva Angelina Araujo Jiménez.
La docente de la Facultad de Psicología, informó que el autismo, llamado también como Trastorno del Espectro Autista (TEA), tiene diferentes causalidades, sin embargo, no se puede definir un factor en específico que pueda indicar qué es lo que causa dicha condición de vida.
“Los índices han aumentado también, porque los niños han pasado más tiempo en casa sin tener la interacción o desarrollar esas habilidades sociales y de comunicación que deberían hacerlo para su edad”, puntualizó.
Mencionó que antes se pensaba que el autismo podía ser diagnosticado después de los tres años, pero que ahora los síntomas se presentan desde edades muy tempranas, ello da oportunidad que desde la clínica se realice un diagnóstico temprano, permitiendo a los especialistas del área de la salud mental poder atender e intervenir de manera oportuna.
Entre las características o conductas que distinguen a los niños o niñas con TEA, el rechazo de contacto al estar con otras personas, el retraso en la adquisición del lenguaje, conductas y comportamientos repetitivos como aleteo o movimientos extraños del cuerpo, estos últimos se dan generalmente cuando están emocionados.
“Muchas veces las familias me dicen no, es que solo los hace cuando llora o está alegre; sí, precisamente es cuando está en la expresión de la emoción, el niño o niña con autismo tiene estas estereotipias que llamamos nosotros”, explicó.
Asimismo, la psicóloga universitaria, comentó que es que es muy poco común que los niños sean diagnosticados con autismo después de los seis años de edad, ya que reiteró es detectable desde temprana edad y que, el que los niños empiezan a tener ciertas conductas que parecen autismo, a lo mejor aluden a otras características de sintomatologías.
“Recalcar que así como todos los niños neurotípicos van presentando en sus etapas diferentes condiciones como falta de control emocional, mucha irritabilidad cuando tienen dos o tres años, pues a veces esto se confunde con el autismo y no es ni más ni menos que la edad del propio desarrollo del niño y que a veces, también hay niños que les llega tarde el lenguaje, o sea, no puede ser una sola características para que determinemos que es autismo, sino pensar en las diversas características que el niño va a ir desarrollando”, expuso.
Por último, Araujo Jiménez, a propósito del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, destacó la importancia de educar y concientizar sobre esta condición, ya que consideró, esa es la clave para generar una sociedad más empática e inclusiva para ellos.
“Entender que son niños, que son seres humanos que necesitan cariño, que necesitan, respeto, que necesitan empatía y que, como decía hace un rato, van pasando las etapas del desarrollo y van teniendo esos cambios; entonces un adolescente tiene cambios físicos emocionales, hormonales que también los va a tener un niño con autismo, entonces no siempre la característica o la conducta que está presentando la persona con autismo es por el autismo, sino es más bien, por su etapa del desarrollo y hay que saber distinguir esta parte”, concluyó.