La Compañía de Jesús en México invocó a los tres niveles de gobierno a garantizar los derechos de la comunidad rarámuri, lo cual consideró prioritario, pues dijo se debe resarcir el daño que ha causado la violencia y el olvido en la Sierra Tarahumara desde décadas, como ha sucedido también con casi todos los pueblos de muchos rincones de México.
Reiteró el llamado que han hecho a las autoridades para abrir espacios de diálogo e instalar un Consejo Nacional para la Paz, además revisar la actual política de seguridad y así dar una atención integral a las víctimas que no han alcanzado justicia en el país.
A través de un video mensaje que se difundió en redes sociales, el padre Luis Gerardo Moro, líder de la Provincial Compañía de Jesús, indicó que a 40 días del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, “el dolor por su partida es aún muy profundo”, pero, agregó, su camino como iglesia debe continuar siempre a lado de todas las víctimas de la violencia, porque su sacrificio es un permanente recordatorio de lo que se debe cambiar.
“Estamos convencidos de que esa sangre derramada debe ser fermento para continuar construir la añorada reconciliación y paz que el país necesita”, por ello dijo, seguirán presentes en gran parte del país, a través de sus obras pastorales educativas, y sociales. “A esos sitios que llamados lugares de frontera con los pueblos indígenas, migrantes, obreros, campesinos, y con la juventud que está en las periferias”.
Añadió que, por las mujeres, niños, por las juventudes y todo el pueblo de México, “hoy más que nunca es indispensable caminar juntos apostar por el diálogo con responsabilidad con propuestas y esperanza con la fe puesta en dios, y a nombre de todos los Jesuitas de México les reiteró que la compañía de Jesús seguirá caminando con las personas más desfavorecidas por la justicia, la dignidad y la paz, con el ánimo sobre todo de amar y servir”.
César Arellano García
Fuente: La jornada