RICHARD LIZÁRRAGA
Los caducos sistemas de pensiones que absorben en algunos casos hasta el 30 por ciento del presupuesto anual de las Universidades Públicas Estatales, el crecimiento en la matrícula y personal docente, el incremento en los salarios y prestaciones, aunados a la escasez de recursos colapsan las finanzas de las instituciones.
El presente diagnóstico sobre la situación financiera de las Universidades elaborado por la ANUIES, la consultora Integralia, la SEP y SHyCP, indica que la dinámica de negociación presupuestaria que ha imperado en los últimos años, además de discrecional y opaca, ha sido ineficaz para combatir el problema financiero de las universidades.
Para resolverlo, indican, es urgente reformar, principalmente, el esquema de pensiones de las instituciones de educación superior. La SEP y SHyCP no reconocen los apartados o las cláusulas en materia de jubilaciones o pensiones de los contratos colectivos de trabajo de las Universidades, lo cual genera problemas estructurales en las casas de estudios.
No llegaron los apoyos
El subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro Bórquez, anunció el 18 de octubre que este año el gobierno federal presentaría la propuesta presupuestal para resolver de fondo el problema financiero estructural que enfrentan varias universidades estatales en el país, producto de una asignación desigual de los recursos que se destinan a las universidades públicas.
Dijo que el gobierno federal, por conducto de la SEP, daría a conocer la propuesta financiera para que este año las universidades pudieran salir en definitiva de la crisis financiera estructural que enfrentan.
Sin embargo, en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 no se incluyeron recursos para hacerle frente a los problemas estructurales de las Universidades; tampoco contempla dinero para cumplir con la obligatoriedad y la gratuidad de la educación superior, por lo que las instituciones tendrán que seguir aplicando cuotas para el ingreso de los estudiantes.
Urgen mejores presupuestos
Integralia, consultora líder en asuntos públicos, precisa que para resolver el problema financiero de las Universidades se requiere fijar reglas claras para la asignación de recursos, comprometer a las UPES a incrementar sus ingresos propios y frenar el incremento y reformas de fondo en los esquemas de pensiones.
La consultora fija varias rutas de solución:
1.-Establecer reglas claras para la asignación de recursos públicos para las UPES, con base en indicadores de desempeño, transparencia y eficacia en el uso de los recursos.
2.- Fomentar la mayor recaudación de ingresos propios en las UPES.
3.-Definir una ruta de acción para incrementar las aportaciones de los estados hasta alcanzar el objetivo de 50%-50% (es decir, 50 por ciento del presupuesto sería aportado por la federación y el otro 50 por ciento por los estados). Empezar por condicionar las transferencias federales a la entrega de las aportaciones estatales pactadas en los convenios.
4.-Rediseñar el esquema de pensiones y jubilaciones, proponiendo un esquema uniforme en las UPES que evite duplicidades. Aumentar la edad y años de servicio para acceder a la jubilación; fomentar la aportación de los trabajadores y de la universidad al fondo de pensiones.
5.-Limitar la creación de nuevas UPES en tanto no se resuelvan los problemas estructurales de las actuales.
Falta dinero para pensiones
Cuando menos 7 de las 11 Universidades que registran problemas financieros cuentan con un doble Sistema de Pensiones, uno bajo la responsabilidad de las instituciones y otro que se origina en el IMSS o ISSSTE.
El gobierno federal solo asigna recursos a los presupuestos anuales de estas universidades para el pago de la pensión del IMSS o del ISSSTE, pero no reciben subsidios públicos para el pago de las pensiones universitarias o jubilaciones dinámicas contempladas en los contratos colectivos de trabajo.
Hasta hoy, la totalidad del gasto que originan las jubilaciones son cubiertas con recursos presupuestales que deberían de ser aplicados en otros rubros. De persistir esta práctica y sin el apoyo presupuestal del gobierno federal, las Universidades están condenadas al colapso económico.