Buenos Aires. Durante una audiencia convocada por la Sala 1 del Tribunal de apelaciones en los Tribunales Federales ubicados en el barrio residencial de Retiro, los jueces de la Cámara Federal, Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia, y Mariano Llorens, tomaron los testimonios de un grupo de venezolanos, cuyos nombres se resguardan, que denunciaron haber sido víctimas de secuestros y también torturas en Venezuela bajo el gobierno del presidente Nicolás Maduro, reclamando que fuera citado el mandatario, son los mismos que armaron causas falsas contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y una cantidad de de sus funcionarios que fueron ilegalmente detenidos durante el gobierno del derechista ex presidente Mauricio Macri (2015-2019).
Junto a estos jueces, que deben tomar la resolución de ordenar la citación y detención internacional de Maduro, también estuvo presente el fiscal en Instrucción de esta causa, Carlos Stronelli, quien en el año 2019 fue condenado por un tribunal federal, por armar causas falsas, en lo que fue el llamado lawfare, de acuerdo con periodistas y medios que mintieron y de sectores de inteligencia dependientes de los funcionarios de la coalición entonces gobernante.
Stornelli fue protegido por el Partido Judicial a pesar de todas las flagrantes pruebas logradas por los abogados de Fernández de Kirchner.
La mayoría de venezolanos que llegaron al país, con sus familias, cuando Macri de acuerdo con Estados Unidos, fueron en su mayoría ricos empresarios a los que se entregaron documentos de inmediato, por lo que pudieron comprar negocios, restaurantes, empresas fundidas por el mandatario argentino, quien reconoció en 2019 al autonombrado Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y a su embajadora –sin embajada- ya que la sede diplomática siguió abierta y amenazada por agentes de inteligencia y policías bajo el mando de la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien ocupa ahora el mismo cargo.
Los tribunales de Comodoro Py en retiro reúnen a la mayoría de jueces y fiscales, que conforman el llamado Partido Judicial, creado por Macri, a instancias de la embajada estadunidense aquí y que se dedicaron a perseguir a los ex funcionarios peronistas, y en estos momentos encubren todas las causas donde este comprometido Macri, como también trabajan en favor de las necesidades del actual presidente Javier Milei, incluyendo a la Corte Suprema, denunciada a diario por su connivencia con el gobierno actual.
Estuvo presente en la Cámara precisamente la Ministra de Seguridad en tiempos de Macri. Patricia Bullrichj que ocupa el mismo cargo ahora , una activa militante contra Venezuela, acompañada de Waldo Wolff, actual Ministro de Seguridad de la intendencia de Buenos Aires, que encabeza Jorge Macri, primo del ex presidente y que conforman el Foro Argentino por la Democracia. También el fiscal , José Aguero Iturbe, insistió en pedir la captura internacional contra Maduro, Diosdado Cabello y otros militares.
La causa fue impulsada por el Foro Argentino por la Democracia con el patrocinio del abogado Tomás Farini Duggan, quien pidió a los jueces que se cite a Maduro a declaración indagatoria con orden de detención, en base al principio de “Justicia Universal” mientras el juez del caso, Sebastián Ramos, rechazó el pedido hasta concluir con medidas de prueba, porque no puede quedar una causa sin suficiente probatoria.
Durante el gobierno del ex presidente Macri, este fue parte, incluso del intento de invadir Venezuela en 2019, mandando supuestos cascos blancos o falso médicos a Cúcuta, Colombia, desde donde se intentó invadir el territorio venezolano en 2019.
“Entre los testimonios se presentó un fiscal cuyo nombre se resguarda se contó en la sala de audiencias de la planta baja de Comodoro Py 2002 el de un fiscal que investigaba en Venezuela asesinatos durante manifestaciones y, según dijo, llegó a quienes habían dado las órdenes, pero sufrió un secuestro ilegal, fue torturado y se exilió en Argentina, según relató en la audiencia, escribió este martes Página 12.
Stella Calloni, corresponsal
Fuente: La Jornada