Alvaro Aragón Ayala.
Al margen de la ley, fuera de todo precepto Constitucional, periodistas de NOROESTE que se adjudican la propiedad absoluta de la verdad y que son refractarios a la crítica y contrarios al ejercicio de la Libertad de Expresión de quienes ellos consideran sus “opositores” o la competencia periodística, acusaron, procesaron y sentenciaron a los comunicadores de Proyecto 3 y a otros más de tres plataformas digitales, criminalizándolos y etiquetándolos como difamadores sin mediar ninguna sentencia jurídica-legal de esta naturaleza.
Exacto. Sin existir ningún juicio civil ni penal contra los periodistas de Proyecto 3 ni sentencia de ningún juez, ni local ni federal, ni ningún fallo de algún Tribunal Colegiado de Circuito mucho menos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, NOROESTE se elevó en Tribunal de la Inquisición para, violando la ley y el derecho a una defensa adecuada, dictar su propia sentencia condenatoria contra los comunicadores con los que mantiene una pugna periodística librada en el “mercado de las ideas”, en el que cada día pierde más credibilidad y lectores.
Bajo el ánimo de “reforzar” la condena pública y la criminalización, que por la vía del derecho violenta la Constitución y el precepto de la presunción de inocencia, NOROESTE llevó a La Semanera la construcción de su sentencia, de la cual se agarró el gobernador Rubén Rocha Moya, para, también al margen de la ley y el derecho, lanzar una condena pública y sostener que se “agasajó” con el reportaje elaborado contra Proyecto 3 por la empresa de la que es copropietario el panista “independiente” Manuel Clouthier Carrillo.
Paradójicamente, en junio del 2021, al darse a conocer los resultados de las elecciones en Sinaloa, Sonora y Baja California, el propio Manuel Clouthier escribió en su Twitter: “Te has preguntado ¿porque Morena ganó todo el Noroeste que incluye la costa del Pacífico? Muy claro, es su pacto con el Cartel de Sinaloa !!!!”. El copropietario de NOROESTE es un férreo opositor al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Proyecto 3 y otros medios digitales mantiene un diferendo periodístico con NOROESTE. Los desacuerdos nacieron por allá en los procesos electorales del 2018 y 2021 en los cuales la editorial del cual es copropietario Manuel Clouthier construyó escenarios periodísticos falsos para desbarrancar primero la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador y luego el proyecto electoral de Rubén Rocha Moya.
Columnistas y “analistas” de NOROESTE estallaron en cólera porque los periodistas de Proyecto 3 y de otras plataformas digitales, en pleno derecho de la Libertad de Expresión pusieron en la mesa del debate las opiniones vertidas por varios comunicadores desarticulando informativamente lo que en los medios de comunicación se conoce como “cajas chinas”, montajes o conspiraciones periodísticas. A falta de argumentos legales para sostener lo que escribían y difundían, NOROESTE recurrió a lo fácil: criminalizar acusando de difamadores a los periodistas críticos.
Las falacias de NOROESTE cobraron mayor fuerza en los meses de marzo, abril y mayo del 2021, en plena campaña por la gubernatura de Rubén Rocha, la cual querían tumbar. Los periodistas opositores al proyecto de Morena nunca presentaron pruebas jurídicas que respaldaran la prohibición de opinar sobre la opinión de otro, analizar un análisis o bien no comulgar con lo publicado en su impreso o medio digital y hacerlo saber a la sociedad o los lectores.
Por consigna, a casi dos años de distancia del encontronazo periodístico del 2021, NOROESTE revivió el sonsonete de la difamación, pero ahora elevándola a la máxima potencia, debido a la posición que tomó Proyecto 3 y otras plataformas digitales en torno a la discusión pública de la Ley de Educación Superior de Sinaloa, considerada por los comunicadores de Clouthier como apegada a derecho. Proyecto 3 la considera inconstitucional y aberrante.
Por ponerse al lado del gobernador en una circunstancia coyuntural, temporal, los periodistas de NOROESTE pretenden recibir “oxigeno” de Rubén Rocha para aguantar de aquí a que arranque el proceso electoral 2023-2024 en el que, de acuerdo a los planes, se lanzarán contra él, el gobierno estatal y contra el candidato presidencial de Morena y todos sus abanderados a alcaldes diputados locales y federales y los aspirantes al Senado de la República. Esa es línea y la genética de Manuel Clouthier Carrillo.
Al atentar contra la Libertad de Expresión de Proyecto 3 y de otras plataformas digitales, al erigirse en Tribunal de la Inquisición, colocándose incluso por encima de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, NOROESTE sin proponérselo instaló en la mesa del debate público, la democratización de los medios de comunicación que involucra múltiples actores y la pluralidad de instituciones en interacción, la relación entre los medios de comunicación en modo contrario y los derechos constitucionales como institución básica de una sociedad democrática.
NOROESTE, en su afán de criminalizar públicamente a los periodistas de Proyecto 3 y a los de las otras plataformas digitales, rompió con su código de ética periodística al trastocar el derecho a la presunción de inocencia al acusar y lanzar descalificaciones a diestra y siniestra. El principio es sencillo de explicar: todos somos inocentes frente al Estado en tanto éste no pruebe, más allá de toda duda razonable, lo contrario, es decir, que somos culpables de un delito o de una conducta ilegal.
NOROESTE en el caso de Proyecto 3 y las otras plataformas digitales a las que considera no afines, actúa fuera de la ley y el derecho. Todos los periodistas profesionales, todas las autoridades públicas tienen el deber de abstenerse de prejuzgar los resultados de un juicio, por ejemplo, absteniéndose de hacer comentarios públicos en los que se declare la culpabilidad del acusado. Más aún, sobre los periodistas de Proyecto 3 ni los de las otras plataformas no existe ninguna demanda ni civil ni penal por calumnias ni por atentar contra la Libertad de Expresión ¿Que no lo saben en NOROESTE?
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