México no lo produce y, por el contrario, se convirtió en uno de los mayores importadores de este insumo, después de haber sido uno de los principales exportadores a nivel mundial.
La planta de fertilizantes de GPO en Sinaloa es estratégica para el país, en virtud de que México pasó, de ser uno de los principales exportadores de amoniaco, a uno de los que más importa este insumo desde China, Ucrania, Rusia y Trinidad y Tobago.
Para el presidente del Colegio de Ingenieros Químicos del Estado de Sinaloa, Eder Jesús Valentín Lugo Medina, es inaplazable el inicio de la construcción de la planta de fertilizantes de GPO, en virtud de que se trata de una inversión que diversificará la |vocación industrial de Sinaloa, se convertiría en un proyecto insignia para que Sinaloa envíe una buena señal a los inversionistas de que existe pleno respeto al Estado de derecho.
Para el miembro del Sistema Nacional de Investigadores, al darle luz verde a la planta de fertilizantes, en automático Sinaloa atraerá nuevas inversiones, al convertirse en una industria ancla para otros proyectos de gran magnitud.
Los beneficios de instalar en Sinaloa una planta de fertilizantes como la de Gas y Petroquímica de occidente son: abaratar el precio de fertilizantes al eliminar altos costos de transportación e importación, garantizar el abasto oportuno y siempre a tiempo del fertilizante (amoniaco).
Asimismo, eliminar el desabasto y la especulación, fortalecer la economía regional por la magnitud de la inversión y la generación de empleos, en momentos en lo que el país, por un lado, requiere con urgencia producir fertilizantes, en tanto que necesita con urgencia inversión productiva creadora de fuentes de trabajo para hacer frente a los síntomas de una economía con bajo crecimiento.
Otro de los beneficios, dijo el también docente de la maestría en Ingeniería del
Tecnológico Nacional de México, campus Instituto Tecnológico de Los Mochis, es que consolidará la industria petroquímica en el Pacífico mexicano y fortalecería las cadenas de valor.
Con este proyecto se prevé que llegará a Sinaloa una inversión superior a los 24 mil millones de pesos en los próximos tres años, en lo que será la primera fase del complejo industrial.
De acuerdo a lo que han dicho los directivos de GPO, la inversión total superará los 100 mil millones de pesos de aquí al 2030 de manera continua, con la garantía de generar más y mejores empleos, por lo que las instituciones académicas de la región tendrán que actualizar sus carreras, ya sea a nivel técnico o superior, para generar mano de obra capacitada que atienda las necesidades del nuevo desarrollo industrial.
El doctor Lugo Medina expuso que también, al construirse la planta, la bahía de Topolobampo se vería beneficiada con programas de limpieza y descontaminación, lo cual juega a favor del sector pesquero de bahías.
Esto en virtud de que también existe un programa de repoblamiento de larvas de camarón y alevines de diversas especies, además de la creación de una integradora para que comercialicen mejor su producción.
Advirtió que, en contraparte, de no instalarse esta planta de fertilizantes, si el proyecto no se concreta, Sinaloa perderá la oportunidad de convertirse en un referente para la atracción de inversiones, enviará una mala señal al capital productivo que busca nuevos nichos de oportunidad de inversión.
Explicó que difícilmente otras empresas nacionales o extranjeras le apostarán el desarrollo industrial en Sinaloa si no hay garantías de respeto al Estado de derecho.
Asimismo, se perderá la única oportunidad viable de remediación de la bahía de Ohuira, afectada por altos niveles de contaminación por descargas de aguas residuales y de agroquímicos.
También, dijo, persistirá la alta marginación que afecta a las comunidades aledañas al proyecto de la planta de fertilizantes, que ven en ésta una oportunidad de desarrollo para sus pueblos.
El investigador del Tecnológico Nacional de México, Eder Jesús Valentín Lugo Medina, consideró que difícilmente otra empresa se interesará en impulsar programas sociales que lleven beneficio directo y real a los habitantes de esas comunidades, como los que ha puesto en marcha desde hace cinco años GPO.