La tarde Navachistera se llenó de Rolitas

El cantautor Yahir Durán comparte su íntima visión de la música que lo ha llevado a ser considerado como un trovador




Isla de Los Poetas, Bahía de Navachiste, Guasave. – Sus rolitas brisaron con frescura a la tarde del lunes en la edición 29 del Festival Internacional de las Artes Navachiste 2024.

Como la playa, la música de Yahir Durán, se construye de muchos universos. De historias vivas. Es una ineludible visita a los sitios donde se ve el mar. Ahí el golpeteo de las olas y la fuerza de las mareas construyen rutas roncanroleras, de boleros y hasta guapachosas. Son sus rolas.




En la escena navachistera




Video. Yahir Durán

“Me dijo adiós, mi puerto cambió y el mar me espera. Cuando niño vi pasar gaviotas. El horizonte es mar, el tiempo mi canción. La vida era pura y era pura ingravidez”, todo fluye con su compañera solitaria a la mano de sus afinadas cuerdas.

Su estilo suele rayar en el eclecticismo sin llegar a lo urbano. Su origen topeño, esencia “oweniana”, lo descubre en cada letra, en cada granito de arena que se lava en el mar, en las líneas que se cuelgan de los papalotes de su infancia.





Video. Yahir Durán

“Gimiendo por ver el mar un marinerito en tierra iza al aire este lamento:  ay mi blusa marinera siempre me la inflaba el viento al divisar la escollera”, platica.

Yahir Durán rehúye el negocio de la voz y su comercialización, se ve lejos de la farándula.





Video. Yahir Durán

“Yo quiero entregarte un poco más de lo que tengo. Veo que te mueres por vivir y te desvives en amores falsos…Me duele que aplaudas lo que no es verdad, en tanto yo te busco siempre entre mis sueños. Yo tengo un silencio solo y puro nada más. Soledad..”, entona con potencia y arrebata aplausos.





Video. Yahir Durán

De regreso al Aparecido, la Playa del Toro, y su extensión hasta colgarse de Los Mochis, conversa en el raite de sus canciones prohibidas, de su amena plática al Cerro Cabezón de ida a Navachiste y hasta canta. Habla de sus recuerdos mágicos e infantiles convertidos en libro. Ese llamado “Amar Adentro”.

Yahir se queda en los azules rumbo a su querido Topolobampo. Son apenas las diez de la mañana del martes. Ya se había quedado en los recuerdos navachisteros y ahora igual vibra en cada letra que habla de él.




Yahir y sus rolas