Ser empáticos, comprender su condición y crear espacios para integrarlos, es el llamado que hace la especialista en psicología clínica, Eva Angelina Araujo Jiménez, a propósito de la conmemoración del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA), explicó la profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), es una condición que afecta a un gran número de niños en la actualidad y que se logra detectar después de cumplidos los 2 años de edad.
“Y se puede diagnosticar a partir de los 3 años y que afecta la vida social y emocional de los niños, el área de lenguaje, la motricidad, entonces no es una característica, sino que, viene acompañada de dificultades en diferentes áreas”, declaró.
La psicoterapeuta, informó que este tipo de dificultades llegan a afectar el desempeño del niño al haber poca o nula habla, ausencia de contacto visual, así como poca interacción hacia los demás, rasgos principales que son focos de alarma para que los padres de familia pueden identificar la presencia de este trastorno en su hijo.
“Una parte muy importante y en la que coinciden muchos padres es que parece que es un desarrollo típico, todo se va dando, el caminado, incluso hay habla, pero cuando llegan a los dos años hay como un cortón (…) y no entienden que es lo que esta pasando por qué mi hijo hablaba y ya no habla; por qué mi hijo me miraba a los ojos y ya no me mira; por qué mi hijo me esperaba en la puerta y ya no; entonces esa desconexión que hay de interacción del niño hacia la otras personas, es lo que llama mucho la atención de los padres, es un foco de alerta”, indicó.
La especialista, destacó la importancia de brindar de manera oportuna a los niños con TEA, una atención integral, en la que se apoye con terapias de estimulación en el área de la comunicación, el área conductual, neuromotora y multisensorial, pues solo así se puede contribuir a que tengan una mejor calidad de vida y puedan desenvolverse y ser independientes y autónomos en la vida adulta.
Aquí lo fundamental, externó la psicóloga, es practicar la empatía y comprender que hay situaciones a alrededor de las personas con autismo que ellos no terminan de comprender y que les causan temor, ansiedad y que los hace reaccionar de manera irritable.
“Mucha empatía, mucha comprensión sobre lo que padecen estas personas, entender que todos somos iguales, pero hay algunos rasgos, en este caso, unas características que no permiten que ellos se puedan desenvolver como todos los demás, crear espacios en los que se puedan integrar, no aislarlos”, enfatizó.