Entre enero y mayo pasado se han registrado 397 víctimas de trata de personas en México, lo que representa un incremento respecto al mismo periodo del 2021, afirmó el funcionario de la ONU.
En México se están fortaleciendo los procesos de investigación criminal contra la trata de personas, aunque hay dos factores que detienen su consolidación: es un delito que ministerios públicos y jueces confunden con el secuestro o violación, además de que son muy pocas las sentencias, afirmó Mario Cordero Vejar, titular de los Programas de Crimen Organizado y Drogas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés).
Este sábado 30 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas. La UNODC lanzará una nueva edición de su campaña “Corazón Azul”, un movimiento que busca crear conciencia respecto de este delito y su impacto en la sociedad.
Entrevistado por El Economista, Mario Cordero refirió que por su posición geográfica, México no sólo es un país de origen, tránsito y destino de personas migrantes y víctimas de trata, sino que además las rutas migratorias coinciden con los caminos que utiliza la delincuencia organizada, por lo que las personas también están expuestas a otros delitos como extorsiones, desaparición, tortura, explotación laboral y reclutamiento para tareas ilícitas.
Apuntó que, de enero a mayo del 2022 ya se registran 397 víctimas de trata de personas en México, lo que representa un incremento respecto al mismo periodo del 2021.
“Si tomamos en cuenta que más de 90% de los delitos en México, según el Inegi, no se reporta por falta de confianza en las autoridades, estamos hablando de miles de víctimas de trata que no están siendo identificadas”, planteó.
Capacitación y cooperación
Cuestionado sobre lo que México debe hacer para eliminar la trata, sugirió tres áreas de acción: generar prevención mediante campañas en escuelas y comunidades; capacitación a los operadores de los sistemas de justicia federal y estatales para que puedan identificar a las víctimas; fortalecer las fiscalías estatales y generar coordinación entre todos los operadores judiciales y policiales.
Aseguró que UNODC colabora actualmente con la Comisión Intersecretarial para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos de la Secretaría de Gobernación, en la consolidación y homologación de servicios en 27 refugios de mujeres víctimas.
Asimismo, ofreció colaboración con la Fiscalía General de la República en los operativos contra ese delito.
“En México existe una ley general contra la trata de personas que establece 11 modalidades y 26 tipos penales; algo interesante es que cada vez se están fortaleciendo más los procesos de investigación criminal para que no haya impunidad.
Pero hay dos factores muy importantes: el delito de trata de personas por su propia naturaleza es muy difícil de investigar y hay una gran área de oportunidad para fortalecer las capacidades de investigación y de coordinación para que esto llegue a un caso sólido.
Y segundo, son muy pocas las sentencias , usualmente lo que pasa es que es muy difícil investigarlo y encuentra en otro delito, por ejemplo, secuestro o violación, cuando en verdad es trata de personas. Y esto tiene que ver con la capacitación de este delito”, planteó.
Sobre la situación de la trata en México, comentó que “hay dos principales modalidades que han sido identificadas: la explotación sexual y laboral, esta última que afecta a hombres y niños, y hemos estado viendo un incremento de casos de esta modalidad.
“Hay condiciones estructurales que facilitan que las personas estén más expuestas a este delito como la pobreza, la desigualdad económica, la falta de acceso a la justicia y a servicios básicos como la educación. Eso es un caldo de cultivo para que las personas estén más expuestas a los tratantes”.
Hemos visto que las víctimas que son enganchadas por redes sociales se han incrementado a raíz de Covid-19; las personas comenzaron a pasar más tiempo conectadas a internet, lo que abre la puerta a cosas positivas, pero también a conocer delincuentes que están detrás de la pantalla y que están explotando a niñas y niños”, sostuvo.
Jorge Monroy
Fuente: El Economista