Madrid. La devastación se extendió como la pólvora durante la madrugada en el sureste español, sobre todo en la zona de Valencia y de Castilla-La Mancha, donde las lluvias torrenciales causaron la muerte de 64 personas, cifra provisional y que se espera que aumente con el paso de las horas, además de decenas de personas en paradero desconocido y abundantes daños materiales.
El estupor ante la magnitud de la tragedia provocó la suspensión casi total de la actividad política y parlamentaria en señal de respeto por los fallecidos durante el desastre natural.
El fenómeno natural llamada Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), también conocida como “gota fría”, es la peor en décadas en la región de Valencia, donde se recuerda un desastre similar en 1957, cuando se desbordó la cuenca hídrica y provocó la inundación de valles y ciudades causando más de 300 muertos. En esta ocasión, las lluvias torrenciales se esperaban intensas, de hecho el propio presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, pidió a la ciudadanía que no saliera de sus casas, que se mantuviera a resguardo y que en ningún caso se acercara a las zonas cercanas al mar o a los ríos.
La DANA fue subiendo de intensidad a lo largo de la noche, con rachas de fuerte viento e intensas lluvias que provocaron el desbordamiento de los ríos y la inundación de calles, casas, edificios, hospitales, escuelas, residencias de ancianos y todo aquello que se encontraba a su paso. Así transcurrió la madrugada, con los equipos de rescate trabajando a destajo y con escenas de auténtico pánico por parte de la ciudadanía; algunos para mantenerse con vida treparon a los edificios más altos, otros se subieron a sus azoteas para no ser tragados por la riada y otros muchos aguantaron estoicamente en sus viviendas inundadas a la espera de que el tiempo amainara y no se ahogaran ahí mismo.
El saldo provisional, según informaron los gobiernos autonómicos de las dos regiones más afectadas, es de 62 personas fallecidas en Valencia, de ellos se han identificado a diez niños, y dos en Castilla-La Mancha. Pero la cifra se prevé que vaya en aumento a lo largo de las horas porque sí hay registros de decenas de personas atrapadas por el agua y sin que los servicios de emergencia tengan posibilidad de llegar hasta ellos, a pesar de que se han movilizado todos los equipos de auxilio de los gobierno autonómicos, municipales y del Ejército, que tiene una unidad especializada para este tipo de desastres naturales.
Una vez transcurrida la madrugada y ya con la luz del día, se informó del primer balance provisional de fallecidos, que era de seis personas. Pero a las dos horas aumentó a los 21 y unos minutos después a los 51 y así hasta el último dato de los 64. Y a la espera de que la tragedia aumente, ya que las previsiones meteorológicos prevén otra ola de intensas lluvias a lo largo del día y de la noche, además de fuertes rachas de viento, que son finalmente la mezcla explosiva que ha provocado tanta devastación.
El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, realizó una declaración institucional nada más aterrizar en Madrid después de una gira oficial de varios días por la India, en la que anunció que “vamos a poner todos los medios necesarios el tiempo que haga falta para recuperarnos de esta tragedia. No vamos a dejarlos solos. España entera llora con ustedes. Nuestra prioridad absoluta es ayudarlos”. Además creó un comité de crisis con el resto de administraciones públicas para ayudar “con todos los recursos del Estado y, si hace falta, de la Unión Europea (UE), para que puedan salir adelante lo antes posible”.
En el resto del país el duelo y la sensación de estupor fue en aumento. También en el Congreso de los Diputados, donde en un primer momento decidieron limitarse a realizar un minuto de silencio y continuar con su labor habitual, pero al ver la envergadura de la tragedia y que el número de muertos iba aumentando por horas decidieron finalmente cancelar el pleno de control al gobierno a petición del derechista Partido Popular (PP) y que estuvieron de acuerdo el resto de grupos.
Sin embargo, la suspensión parlamentario no fue total, ya que unos minutos después el bloque de partidos que apoyan al gobierno acordaron convocar y celebrar un pleno extraordinario para sacar adelante una reforma legal con la que cambian la estructura normativa para los nombramientos en la Radio Televisión Pública Española (RTVE). Los partidos de la derecha y la extrema derecha, el PP y Vox, decidieron ausentarse del pleno y criticaron su celebración.
Por lo menos 64 personas han muerto y decenas siguen desaparecidas tras las lluvias torrenciales que causaron inundaciones repentinas en el sureste de España. Vía Graphic News.
Armando G. Tejeda, corresponsal
Fuente: La Jornada