ÁLVARO ARAGÓN AYALA
Protegido por una red de impunidad y de intereses económicos, el alcalde Luis Guillermo -“El Químico”- Benítez logró consumar, con la realización del Carnaval 2022, el crimen perfecto. Jamás se sabrá el número de infestados y muertos por Covid-19 derivados de la megapachanga. La «limpieza» de los destrozos del jolgorio funciona casi a la perfección. Los nuevos contagiados son registrados bajo el estándar de “ciudadanos cero”.
Con el uso de la mentira como ejercicio de gobierno, desde el inicio de la pandemia del coronavirus, el presidente municipal ocultó la gravedad del problema, escondiendo las cifras de contagiados y fallecidos. Ordenó a los directivos del Hospital Municipal – “El Hospitalito”- esconder datos; al mismo tiempo creó un “semaforito» epidemiológico municipal para distorsionar la realidad de la contingencia sanitaria.
El Carnaval creó el marco para detonar los contagios y muertes por la pandemia. Al terminar la orgía callejera, “El Químico” Benítez señaló que “las personas que se puedan enfermar (o ya se infectaron) serán atendidas sin ningún problema” que, según dijo, “no tiene que elevarse mucho la cifra de contagios porque el país ha invertido muchísimo dinero, mucho esfuerzo, en vacunar a la mayoría de la población”.
Para insistir en el ocultamiento de las cifras de los contagiados y muertos el alcalde montó un operativo para “limpiar”, con una inversión de 9 millones de pesos “extras”, los saldos negativos del Carnaval: compró pruebas rápidas para detectar infestados e instaló 4 centros para brindar las primeras atenciones “médicas” a los enfermos y de ahí, en caso de gravedad, trasladarlos al Hospital Municipal, en donde se giró la indicación de hacer énfasis en los “cero contagios”.
Fue el propio Tonatiuh Guerra Martínez, director de Desarrollo y Bienestar Social del ayuntamiento de Mazatlán, quien, el 7 de marzo, ofreció pistas sobre la “estrategia cero contagios”. Dijo que se esperaba un repunte en contagios a partir del día 8, pero que “sería dentro de lo normal”, que no iba a ser “nada del otro mundo”.
Desde que inició de la pandemia, en Mazatlán se han registrado mil 623 defunciones por Covid-19, más las que se ocultan en “El Hospitalito”. El reporte hasta el 14 de marzo es de 162 casos activos, más los tapados en el Hospital Municipal y los que mandan a casa, a curarse con paracetamol, los médicos de los centros de detección montados por “El Químico” Benítez.
En las Iglesias Católica del puerto nadie se traga el cuento de que son más los recuperados que los muertos y ni el argumento de que los contagios van a la baja. Conocen la proclividad del presidente municipal a la mentira. Todos los días los curas despiden del mundo terrenal a personas fallecidas por Covid-19. En las funerarias, a cuyos dueños se les ordenó también mantenerse callados, el trabajo no para. En los panteones todos los días hay entierros.
La “estrategia cero contagios” solo la creen los bobos de Mazatlán y la captan en son de burla los sinaloenses. Ya van más de 14 días de que terminó la celebración del Carnaval 2022 y el “semaforito epidemiológico” reporta solo 162 casos activos, que seguramente, diría el alcalde mentiroso y su corte de adulación que se “infestaron como por arte de magia”.
En las colonias, cuyos habitantes nunca han sido atendidos por el presidente municipal, decenas de familias pobres sufren por la falta de atención médica ante los estragos de la pandemia que afecta a uno o dos de sus integrantes.
El Carnaval no trajo nada de ganancias para el pueblo. El ayuntamiento de Mazatlán solo recogió toneladas de basura, los botes de cerveza y las botellas de vino o wiski vacíos y “borró” las pestilencias de los orines y los excrementos que quedaron esparcidos en las zonas donde se celebraron los eventos.
No se sabe aún cuánto invirtió ni cuanto perdió el ayuntamiento en la megapachanga. En el 2020 la realización de la orgía callejera, arrojó pérdidas por 63 millones de pesos a la comuna.
El presidente municipal perpetró el crimen perfecto y ríe a mandíbula batiente, casi muere de risa por los resultados de su “estrategia cero contagios”. En Mazatlán van ya mil 623 muertos. Hay 162 casos activos “oficiales” y siguen llegando a los centros de detección de “El Químico” Benítez y al “Hospitalito”, los “ciudadanos cero”, los que no cuentan en el registro de contagiados.