Alvaro Aragón Ayala
El ex gobernador de Sinaloa y embajador de México en España, Quirino Ordaz Coppel, está en el blanco de una investigación y de un verdadero escándalo periodístico en España por la sospecha de que utiliza la posición el para llevar el dinero del narcotráfico a aquel país miembro de la Unión Europea. Quirino fue herrado con el estigma de narcoembajador.
Quirino Ordaz fue subalterno de Oscar Lara Aréchica (+) del 2005 al 2009 cuando fungió como secretario de Administración y Finanzas del gobierno de Jesús Aguilar Padilla. El diario español El País identificó a Oscar Lara, quien falleció en octubre del 2017, como responsable de una operación de 17 millones de dólares mediante sociedades opacas en los paraísos fiscales de Panamá y las Antillas Holandesas.
La revista Proceso publicó en su más reciente edición un amplio artículo basado en una investigación de la policía española. El semanario le dedica la portada: “Cártel de Sinaloa infiltra policía de España”, y titula el trabajo periodístico “Del expediente judicial contra el cartel de Sinaloa en España: “CENA” en Madrid con el expresidente Peña, “CONTACTO” con el embajador Quirino.
Quirino Ordaz Coppel fue instalado como embajador de México en España como parte de una estrategia política electoral: desarticular al PRI Nacional y desbarrancar al Grupo Atlacomulco –del que es miembro el ex gobernador de Sinaloa- que sigue detentando el poder en el Estado de México.
Proceso señala que el pasado 17 de mayo la policía española desarticuló una red del Cártel de Sinaloa asentada en España: decomisó viviendas, fincas y bodegas, incautó drogas y armas y detuvo a 24 personas, la mayoría integrantes de una familia oriunda de Sinaloa, así como a colaboradores españoles; entre éstos destaca un subinspector de la policía, quien ante la justicia ofreció detalles de las operaciones de lavado de dinero del grupo y sobre lo que uno de sus integrantes –Jesús Flores Ramo, Pepe– le confesó: que cenó en Madrid con el expresidente Peña Nieto y que lo había contactado el nuevo embajador mexicano, Quirino Ordaz Coppel, “para traer dinero a España”.
Firmado el periodista Alejandro Ramírez corresponsal de Proceso en España, en el artículo se explica que fue al rendir su declaración judicial por su presunta complicidad con una red del Cártel de Sinaloa asentada en España, que el agente de la Policía Nacional Diego Arias García declaró, el pasado 2 de junio, que José de Jesús Flores Ramo, Pepe, sobre el que “orbitaba” este clan mexicano, le reveló que en algún momento “cena con el expresidente de México (Enrique) Peña Nieto”, en España.
Y en algún otro momento Arias también relató que “se ha puesto en contacto con él (Pepe), el que va a venir de embajador de México a España”, en evidente alusión a Quirino Ordaz Coppel. Y al cuestionarle por el motivo de ese contacto, el presunto narco y responsable del blanqueo de capitales le explicó: “Para traer dinero a España”.
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Dos días después de esta diligencia en la instrucción del caso, en la que el policía participó por videoconferencia desde su reclusión en el Centro Penitenciario de Logroño, el Cuerpo Nacional de Policía anunció en un comunicado que, junto con la Agencia Tributaria, habían desarticulado a esta “organización criminal internacional dedicada al tráfico de drogas vinculada con cárteles mexicanos”, que operaba en España desde 2020.
El comunicado se centra en los resultados de la operación policial, que implicó la movilización de 200 agentes, sin hacer referencia alguna a los políticos mexicanos mencionados en la declaración del subinspector de la Policía Nacional coludido.
El pasado 17 de mayo a las 07:00 horas se llevaron a cabo 13 registros en las viviendas, fincas y bodegas vinculadas al grupo, en Madrid y en la provincia de Guadalajara (Castilla La Mancha, limítrofe con la Comunidad de Madrid), además de inspecciones en domicilios de Madrid y Málaga. La mayoría de los 24 detenidos eran parte de una red familiar mexicana, algunos colaboradores españoles y un ciudadano chino, Mingfu Xu.
La policía incautó mil kilos de cogollos de mariguana y 37 kilos de cocaína, introducida desde Sudamérica; desmanteló dos laboratorios para el procesamiento y distribución de la cocaína, que regularmente los detenidos vendían a organizaciones de Holanda y Croacia; y decomisó una decena de armas, entre ellas tres subfusiles. Aseguró más de 100 mil euros en efectivo y joyas; bienes de lujo, como 17 vehículos de alta gama –algunos deportivos de más de 500 mil euros– y cuatro viviendas por valor de 7 millones de euros (alrededor de 134 millones de pesos).
A los investigados les fueron bloqueadas 20 cuentas bancarias. Mantenían un perfil empresarial como fachada para sus actividades de narcotráfico y blanqueo de capitales. Para ello crearon una red de sociedades que se extendía por España, Colombia, Suiza y Portugal, entramado para el que las autoridades judiciales españolas han solicitado hasta ahora una orden europea de investigación a Portugal y una comisión rogatoria (petición de ayuda judicial) a Suiza. Hasta el momento no se ha emitido comisión rogatoria a México, origen de la mayoría de los detenidos y de la fortuna que éstos introdujeron a España.
Proceso accedió a las declaraciones que por separado hicieron ante el juzgado el policía nacional cómplice (que también hacía labores de seguridad del grupo), y dos de los cabecillas de la organización, José de Jesús Flores Gutiérrez y su hijo José de Jesús Flores Ramo, Pepe, las cuales están plagadas de frases autoexculpatorias, de negación de toda responsabilidad y argumentaciones justificativas que se contraponen con los interrogatorios de los magistrados y de la fiscalía, basados en las evidencias del atestado policial, resultado a su vez de las vigilancias, seguimientos, investigación patrimonial e intervenciones de las comunicaciones de los involucrados, entre otras.
En las declaraciones ante el juzgado (ambas el 19 de mayo) ni el padre ni el hijo hacen referencia alguna a la cena con el expresidente Peña Nieto ni el supuesto contacto con el embajador Quirino Ordaz.
Una fuente del caso explicó al reportero que se nota en los dos mexicanos mayor manejo en sus respuestas, tratando de eludir su responsabilidad. Ambos ofrecen respuestas cortas, rotundas o monosílabos. Por ejemplo, niegan de forma tajante el uso de armas o el gusto por ellas; dicen no tener conocimiento de la droga asegurada, de las plantaciones de cannabis, de la toma de decisiones del entramado o del papel de otros miembros del clan.
El padre, Flores Gutiérrez, argumentó que padece una afección cardiaca para poder enfrentar el caso en libertad condicional, y Pepe también pidió la “comprensión de su señoría” para llevar la instrucción en libertad aduciendo que es un “hombre de casa”, “no me voy a mover de aquí” y “me ayudaría para poder aclarar las cosas y poder defenderme”.
Por el contrario, añade la misma fuente, resulta más forzada e inverosímil la justificación que el policía da sobre su implicación con esta red. Sin embargo, aporta más hechos relevantes, como el contacto que le dijeron haber tenido con los políticos mexicanos, la operación de al menos un vuelo con un gran cargamento de cocaína desde Sudamérica con destino a España y la identificación de un miembro de ETA escondido en Venezuela.
En las mencionadas comparecencias (del 19 de mayo, 2 de junio y 31 de agosto), ni la fiscal ni los abogados de las partes han preguntado o buscado ahondar más sobre las supuestas conexiones de Pepe con el exmandatario Peña Nieto y con el embajador. Los interrogatorios están centrados en los presuntos delitos cometidos en España y relacionados con la operación de la célula de Sinaloa en este país.
“NO LOS CONOZCO”: QUIRINO ORDAZ
Consultado por el corresponsal de PROCESO sobre este asunto, el embajador Quirino Ordaz envió por escrito, en papel membretado y con su firma, las respuestas en las que aclara que “no es real ese contacto” con Flores Ramo. “No lo conozco” y “no he tenido contacto alguno con esa persona”.
Sobre el padre, José de Jesús Flores Gutiérrez, el embajador también aseguró, “no lo conozco” y, añadió que, “no consta en mi agenda previa a mi llegada a Madrid, ni como embajador, algún contacto o comunicación con ninguna de esas dos personas”.
Ordaz Coppel fue gobernador de Sinaloa de enero del 2017 a octubre del 2021. Cuando aún ocupaba ese cargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador lo anunció como el próximo embajador de México en España. Tras concluir su mandato gubernamental, España otorgó el beneplácito a México para el nuevo embajador propuesto, el 28 de enero, luego de una intensa polémica por el tenso momento en que vivían las relaciones bilaterales.
España ha sido centro de continuas noticias sobre mexicanos que enfrentan procesos de investigación por el caso BPA, la desaparecida Banca Privada de d’Andorra, intervenida por el gobierno de esa nación en marzo del 2015 debido al blanqueo de capitales de políticos de distintos países (el caso Juan Collado, abogado de Peña Nieto, es uno de los más conocidos) y de mafias como la china, la rusa o el Cártel de Sinaloa.
Uno de los nombres que afloró en una investigación del diario El País fue el del priista Oscar Lara Aréchiga, ex diputado federal por Sinaloa, con una cuenta corriente de 6 millones de euros en esa institución bancaria.
Aunque el nombre del político no aparece en el Acta del Comité de Prevención de Blanqueo de capitales del banco, que era citada en un auto judicial de la magistrada de andorrana Canolic Mingorance, sí motivó que ésta enviara una comisión rogatoria (petición de ayuda judicial) a México para identificar formalmente al referido político “e investigar la posible relación entre el Cártel de Sinaloa y la BPA”. El diario vertía que todos los datos aportados coincidían con los de la trayectoria Oscar Lara.
En mayo de 2017 el diario español también lo identificó como responsable de una operación de 17 millones de dólares mediante sociedades opacas en los paraísos fiscales de Panamá y las Antillas Holandesas. El político falleció en octubre de 2017.
Quirino Ordaz fue el subalterno de Lara Aréchiga entre 2005 y 2009, cuando éste fungió como secretario de Administración y Finanzas durante el mandato de Jesús Aguilar Padilla. Y luego Quirino relevó a Lara Aréchiga en esa secretaria en el tramo final de la administración estatal sinaloense, del 2009 al 2010.