Los documentos que se hicieron públicos este viernes muestran que el FBI está investigando posibles violaciones de múltiples leyes federales, incluida una que regula la recopilación, transmisión o pérdida de información de defensa bajo la Ley de Espionaje.
Catorce de las 15 cajas recuperadas de la mansión del ex presidente estadounidense Donald Trump en Mar-a-Lago, Florida, contenían documentos clasificados, muchos de ellos de carácter ultra secreto, mezclados con periódicos, revistas y correspondencia personal, según una declaración jurada del FBI publicada el viernes.
De acuerdo con los documentos judiciales que exponen la justificación del FBI para registrar la propiedad del multimillonario, ningún espacio de la mansión estaba autorizado para el almacenamiento de material clasificado.
La declaración jurada de 32 páginas, redactada para proteger la seguridad de los testigos y la de la investigación en curso, ofrece una descripción más detallada hasta la fecha de los registros gubernamentales que se almacenan en Mar-a-Lago mucho después de que Trump dejara la Casa Blanca. También revela las preocupaciones de la Casa Blanca por el contenido de los documentos que estaban allí ilegalmente.
El documento deja claro que la retención de los registros clasificados y la aparente incapacidad de salvaguardarlos a pesar de los meses de súplicas de los funcionarios estadounidenses, ha expuesto a Trump a un nuevo peligro legal justo cuando sienta las bases para otra posible carrera presidencial en 2024.
“El gobierno está llevando a cabo una investigación penal relacionada al retiro y custodia indebida de registros clasificados en espacios no autorizados, así como la sustracción ilegal de documentos ultra secretos”, escribió uno de los agente del FBI en la primera página de la declaración jurada.
Los documentos que se han hecho públicos muestran que los agentes federales están investigando posibles violaciones de múltiples leyes federales, incluida una que regula la recopilación, transmisión o pérdida de información de defensa bajo la Ley de Espionaje.
Douglas London, un ex oficial de alto rango de la CIA y autor de “The Recruiter”, dijo que esto demuestra la falta de respeto de Trump por los controles. “Una de las reglas del material clasificado es que no se mezcla con lo no clasificado para que no haya errores ni accidentes”, dijo.
Trump insiste, a pesar de las pruebas presentadas por la Policía Federal, en que ha cooperado plenamente con los funcionarios del gobierno. Además pide al partido republicano que lo apoye en lo que calificó como una “cacería de brujas con motivaciones políticas destinada a dañar sus aspiración de reelección”.
Los abogados de Trump hicieron una nueva petición de que se nombre a un magistrado independiente para que revise los documentos sacados de la mansión de Mar-a-Lago, diciendo que la declaración jurada redactada no da al ex presidente suficiente información sobre por qué tuvo lugar el allanamiento a su vivienda o qué materiales se llevaron.
La declaración jurada no hace mención de los 11 registros clasificados recuperados durante el allanamiento del 8 de agosto en Mar-a-Lago, sino que se refiere a un lote separado de 15 cajas que los Archivos Nacionales y la Administración de Registros recuperaron de la casa en enero.
El documento da cuenta que el allanamiento de Mar-a-Lago era necesario debido al material altamente sensible encontrado en esas 15 cajas. De los 184 documentos con marcas de clasificado, 25 estaban en el nivel de ultra secreto. Algunos de los archivos tenían marcas especiales que sugerían que incluían información de fuentes humanas altamente sensibles o la recogida de “señales” electrónicas autorizadas por un tribunal especial de inteligencia.
Douglas London, un ex oficial de alto rango de la CIA y autor de “The Recruiter”, dijo que esto demuestra la falta de respeto de Trump por los controles. “Una de las reglas del material clasificado es que no se mezcla con lo no clasificado para que no haya errores ni accidentes”, dijo.
Los agentes federales estaban autorizados a registrar una amplia franja de Mar-a-Lago, incluida la oficina de Trump tras la presidencia, los almacenes y todas las demás zonas en las que se pudieran guardar cajas o documentos. Sin embargo, no se llevó a cabo el allanamiento de áreas adyacentes a la propiedad utilizadas o alquiladas por los miembros de esa localidad.
El documento da cuenta que el allanamiento de Mar-a-Lago era necesario debido al material altamente sensible encontrado en esas 15 cajas. De los 184 documentos con marcas de clasificado, 25 estaban en el nivel de ultra secreto. Algunos de los archivos tenían marcas especiales que sugerían que incluían información de fuentes humanas altamente sensibles o la recogida de “señales” electrónicas autorizadas por un tribunal especial de inteligencia
El FBI presentó la declaración jurada ante un fiscal para poder obtener la orden de registro de la propiedad de Trump. Las declaraciones juradas suelen contener información vital sobre una investigación, en la que los agentes detallan la justificación de por qué quieren registrar un lugar concreto y por qué creen que es probable que encuentren allí pruebas de un posible delito.
Los documentos suelen permanecer sellados durante las investigaciones. Pero debido al interés público de la investigación, el juez federal Bruce Reinhart ordenó el jueves que se hiciera pública una versión redactada de la declaración jurada antes del viernes.
En otro documento publicado este viernes, los funcionarios del Departamento de Justicia dijeron que era necesario redactar parte de la información para “proteger la seguridad y la privacidad de un número significativo de testigos civiles, además del personal de las fuerzas del orden, así como para proteger la integridad de la investigación en curso.”
La segunda mitad de la declaración jurada está redactada casi en su totalidad, lo que hace imposible discernir el alcance de la investigación o hacia dónde podría dirigirse. No revela qué personas podrían estar siendo investigadas y no resuelve cuestiones fundamentales, como por qué se llevaron documentos ultra secretos a Mar-a-Lago una vez finalizado el mandato del presidente Trump.
Trump insiste, a pesar de las pruebas presentadas por la Policía Federal, en que ha cooperado plenamente con los funcionarios del gobierno. Además pide al partido republicano que lo apoye en lo que calificó como una “cacería de brujas con motivaciones políticas destinada a dañar sus aspiración de reelección”.
El texto publicado este viernes incluye extractos de una carta del 8 de junio en la que un funcionario del Departamento de Justicia recordaba a un abogado de Trump que Mar-a-Lago no incluía un lugar seguro autorizado para guardar registros clasificados. El funcionario pidió que se asegurara la sala de la mansión donde se habían guardado los documentos, y que las cajas que se trasladaron de la Casa Blanca a Mar-a-Lago se conservaran en esa sala en su estado actual hasta nuevo aviso.
El documento también ofrece información sobre los argumentos que se espera que presente el equipo legal de Trump en la que afirma que un presidente tiene “autoridad absoluta para desclasificar documentos y que las acciones presidenciales relacionadas con dichos documentos no están sujetas a sanciones penales.”
(Con información de Associated Press)
Fuente: Infobae