El Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM) rechazó el Censo de Personas Desaparecidas presentado por el titular del Ejecutivo federal la semana pasada en su conferencia matutina, y señalaron que las cifras “generan confusión” además de que los familiares no fueron tomados en cuenta.
Demandaron la publicación de la metodología nacional utilizada en el mencionado censo, así como la evidencia recolectada, “para asegurar la precisión y veracidad de los datos”.
El ejercicio que las autoridades denominaron censo, conformado por distintas categorías y que que confirma que sólo hay 12 mil 377 desapariciones, no especifica claramente el número de personas desaparecidas y los registros de los que se necesita mayor información.
“Es alarmante la falta de precisión sobre el paradero de las 17 mil 843 personas que supuestamente ya fueron “ubicadas’”, reclamaron.
Además, señalaron que es “preocupante la utilización de categorías” como “sin datos suficientes para identificación” (26 mil 090 registros) y “sin indicios para la búsqueda” (36 mil 022 registros), además de que se pide colaboración a la ciudadanía para esclarecer estos casos, cuando “es responsabilidad de las instituciones tener registros completos y actualizados, así como hallar indicios para la búsqueda y encontrar a las personas desaparecidas”.
En este sentido, el MNPD —conformado por más de 80 colectivos del país— pidieron a las autoridades que transparenten las categorías que utilizan, la evidencia recolectada en formato de datos abiertos, los marcos legales de las que forman parte y las implicaciones que tienen estos nuevos conceptos y cifras en las distintas estrategias de búsqueda, localización e identificación.
“Esto debe incluir la definición clara de las categorías, datos completos de cada registro y fuentes de información”, recalcaron.
El Movimiento también demandó se establezca, a más tardar en el mes de enero, una mesa de trabajo específica, donde participen además de las familias, personas y organizaciones con expertis técnica en temas de registro y bases de datos, organismos internacionales y autoridades correspondientes para abordar en profundidad las dudas sobre la metodología del censo.
Además, solicitaron que la anunciada segunda etapa del Censo no se lleve a cabo hasta en tanto se haya dado un proceso de información a los colectivos, familias y plataformas donde se comunique en qué va a consistir, los alcances y resultados esperados.
Jared Laureles y César Arellano
Fuente: La Jornada