Un informe de la Sedena detalla que la mayoría de los decesos ocurrieron en enfrentamientos con el crimen organizado; sólo 40 han muerto en esta administración, mientras que en el gobierno calderonista se reportaron 357 asesinatos
Un total de 582 militares han fallecido en acciones del combate al tráfico de drogas y armas de fuego entre el 1 de diciembre de 2006 y el 1 de julio del presente año, de acuerdo con cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La dependencia actualizó el informe Relación de personal fallecido en la aplicación de la Campaña Permanente contra el Narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, correspondiente a este periodo.
De acuerdo con el informe, de los 582 elementos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos que murieron en esas acciones, 357 muertes ocurrieron durante la gestión en la Sedena del general Guillermo Galván, entre el 1 de diciembre de 2006 y el 30 de noviembre de 2012, con el entonces presidente Felipe Calderón.
Para el siguiente sexenio, del expresidente Enrique Peña Nieto, bajo el mando del general Salvador Cienfuegos, murieron 185 soldados en acciones contra el narcotráfico y el uso de armas de fuego, entre el 1 de diciembre de 2012 y el 30 de noviembre de 2018.
Mientras tanto, en lo que va de la presente administración, desde el 1 de diciembre de 2018 y el pasado 1 de julio se ha registrado la muerte de 40 elementos castrenses en esas tareas, con el general Luis Cresencio Sandoval González.
En la clasificación, del recuento de la Sedena de víctimas en acciones contra el tráfico de drogas y armas, se establece que, del total de personal fallecido, 477 era personal de tropa, 90 oficiales, 14 jefes y un cadete del Colegio del Aire.
A partir del grado que tenía cada elemento en el momento de su muerte, las cifras del informe detallan que 249 eran soldados, 150 cabos, 68 sargentos segundo, 10 era sargentos primero, 17 subtenientes y 50 fueron tenientes.
En las acciones contra las drogas y armas de fuego, han muerto en las últimas tres administraciones, un cadete, 19 capitanes segundo, cuatro capitanes primero, seis tenientes coronel, cuatro coroneles y cuatro mayores.
Armas y servicio
En la Relación de personal fallecido en la aplicación de la Campaña Permanente contra el Narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, se establece que 538 pertenecieron al Ejército y 44 a la Fuerza Aérea Mexicanos.
Por formación u ocupación dentro de ambas instituciones, 299 pertenecieron al Arma de Infantería, la cifra más alta de la relación, seguida de 80 de Caballería, 44 de Policía Militar, 28 de Transmisiones, 25 de Sanidad y otros 25 pilotos aviadores.
De acuerdo con el informe, entre el 1 de diciembre de 2006 al 1 de julio pasado, murieron en acciones de combate al narco y tráfico de armas, un total de 18 conductores de vehículos terrestres, 16 elementos de Arma Blindada, 10 de Artillería y la misma cantidad de fusileros paracaidistas.
En estas acciones fallecieron elementos de funciones diversas, como 4 especialistas en electrónica de aviación, 3 en mantenimiento aéreo y 3 de Materiales de Guerra; otros 2 elementos de Infantería Diplomados de Estado Mayor (DEM), 2 cocineros y 2 mecánicos automotrices.
El Ejército y la Fuerza Aérea perdieron en este periodo un elemento de Intendencia, otro escribiente, un elemento de infantería DEM, un integrante de informática, un jardinero, un auxiliar carpintero, un elemento de caballería DEM.
También fueron abatidos un especialista en armamento aéreo, un peluquero, un herrero y un integrante del Grupo de Zapadores en las acciones de combate al tráfico de armas y drogas.
Entidades peligrosas
Durante las administraciones de Galván, Cienfuegos y lo que va de Sandoval al mando de la Sedena, Tamaulipas es la entidad con más militares muertos en el periodo del informe, con 142 víctimas.
Le sigue Sinaloa con 70, Michoacán con 64, Guerrero con 59, Nuevo León con 34, Chihuahua con 29, Sonora con 28, Jalisco con 26, Veracruz con 24, Durango con 21, Zacatecas con 17 y Coahuila con 13.
Con 9 militares muertos van San Luis Potosí y Oaxaca, 8 en Baja California, 7 en Puebla, 6 en Nayarit y 2 en Baja California Sur, Colima, Aguascalientes, Chiapas, Tabasco y Guanajuato.
Concluyen la lista los estados de Campeche, Estado de México, Morelos y Quintana Roo, cada uno con un militar en las acciones contra el crimen organizado del tráfico de drogas y armas.
Causa de la muerte
En el combate a esas actividades, de las 582 víctimas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, entre diciembre de 2006 y julio de 2021, 309 militares fallecieron a consecuencia de una agresión con arma de fuego.
Otros 132 murieron en un accidente automovilístico, 59 en un accidente aéreo, 31 víctimas fueron ultimadas, 16 fallecieron por ahogamiento y 8 por atropellamiento, 8 por caída y 8 fueron arrastrados por la corriente de un río.
El informe establece que 4 elementos murieron por descargas eléctricas, 2 por golpes de calor, uno por deshidratación, otro por intoxicación, uno por explosión de una pipa, uno por un rubro clasificado como agresión y uno más cuya causa de muerte se clasificó como “otros”.
Algunos casos
Al iniciar el periodo de la llamada “guerra contra el narcotráfico”, declarada por el entonces presidente Felipe Calderón, una de las primeras emboscadas a militares ocurrió el 1 de mayo de 2007, en Carácuaro, Michoacán.
En esa ocasión, de acuerdo con el informe de la Sedena y registros hemerográficos, fallecieron cinco integrantes del 12 Batallón de Infantería, quienes fueron atacados por un comando de 30 hombres encapuchados y armados.
Estos ataques y otros enfrentamientos ocurrieron a lo largo de la administración calderonista, bajo el mando del general Galván, que concluyó con 357 militares muertos.
Durante la gestión del presidente Peña destacó el ataque realizado por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación a un helicóptero Black Hawk de la Fuerza Aérea que transportaba a personal militar y de la entonces Policía Federal entre los municipios de Casimiro Castillo y Villa Purificación, en Jalisco.
Lo inédito de ese ataque, explicaron las autoridades de ese momento, fue que los agresores utilizaron un lanzacohetes de origen ruso RPG, así como vehículos blindados.
La tripulación de la aeronave, se indicó entonces, era de 18 elementos, consistente en 5 de tripulación para la operación del Blackhawk, 11 militares y dos policías federales.
El saldo para la Sedena de esa agresión fue de 8 militares que viajaban en el helicóptero, tres elementos del Escuadrón Aéreo y cinco de Fuerzas Especiales, pero, además, también murieron tres integrantes del Regimiento Blindado de Reconocimiento, quienes acudieron en apoyo.
En lo que va de la presente administración del presidente López Obrador y la gestión del general Sandoval González, el episodio en el que más militares han fallecido consistió en la caída de un avión Lear Jet 45, el 21 de febrero del presente año.
La aeronave presentó problemas al despegar del aeropuerto El Lencero, en el municipio de Emiliano Zapata, en Veracruz, con un salto de seis militares muertos.
De acuerdo con el informe de la Sedena, sobre personal fallecido en acciones contra el tráfico de drogas y armas, en ese accidente falleció un elemento de la ayudantía del general secretario de la Defensa, dos integrantes del Hospital Central Militar y tres de la Unidad Especial de Transporte Aéreo, quienes tenían como destino Tabasco.