La activista es una de las más de 3 mil 800 madres de familia que fueron separadas de sus hijos como una forma de venganza de sus exparejas.
Uno de los tipos de violencia que más preocupa en México es la vicaria que, aunque se puede dar en muchos contextos en los que hasta los intentos de feminicidios se hacen presentes, suele resumirse como aquella en la que se les prohíbe a las madres ver a sus hijos, normalmente por decisión de sus exparejas. La razón detrás de esta separación a la que muchas mamás nombran como secuestros no es más que una forma de venganza hacia ellas y a las propias infancias tras una ruptura o divorcio.
En nuestro país existen 3 mil 800 madres de familia que se enfrentan a la violencia vicaria; sin embargo, ellas no son las únicas que luchan contra las terribles consecuencias que implican laboriosos y prolongados procesos legales, sino también revictimización y daños emocionales que pueden detonar depresiones o suicidios inducidos. Y es que sus hijos que fueron retenidos y con los que no se les permite tener contacto también pueden ser víctimas de chantajes, manipulación y abusos; tan sólo los datos registrados por el Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria (FNCVV) estima que hay hasta 6 mil 552 infancias viviendo situaciones como estas.
Jennifer Seifert es una de las mujeres que en carne propia ha experimentado el pasar meses alejada de sus dos hijos, de 14 y 9 años, además de acusaciones injustificadas en su contra y acoso por parte de grupos radicales. Ante la desesperación de regresar de nuevo con sus pequeños y alejarlos de los daños psicológicos a los que se expusieron con la violencia vicaria una vez que su padre se los llevó, ella se convirtió en una activista y en la cofundadora del FNCVV.
“No estamos atacando a los hombres”, la postura del FNCVV
De acuerdo con Jennifer Seifert, al visibilizar la violencia vicaria “no estamos atacando a los hombres”, sino tratando de ayudar a muchas mujeres que están enfrentándose a situaciones como la que ella y las otras fundadoras del Frente Nacional ya vivieron. Sin embargo, distintos colectivos de padres han generado esta idea y las desacreditaciones en contra del movimiento son muchas y muy variadas que van desde memes, hasta amenazas de muerte e incluso acoso afuera de sus propias cosas.
“Yo sí creo que hay padres, hombres que están pasándola muy mal lejos de sus hijos y no están viviendo un tema de violencia vicaria porque son violencias muy diferentes, pero sí hay un tema en donde hay interferencia parental, en donde sí hay mujeres que los están alejando de sus hijos a pesar de ser papás presentes, que se responsabilizan en todo el aspecto de la palabra”, dijo la cofundadora del FNCVV.
Es por ello que una de las representantes de la ahora asociación civil recalca que la violencia vicaria “es una medida especial de carácter temporal”, y es que normalmente las víctimas antes de ser separadas de sus hijos se enfrentaron a violencia en su relación o temas como que sus exparejas sean deudoras alimentarias. “En todo ese proceso no hemos conocido a un papá, sí conocemos a papás (hombres) en donde por equis razón equivocada la mamá no deja que los vea (hijos), pero no existió una violencia previa ni hacia él ni hacia los niños, simplemente es un conflicto que se dio tras una separación”.
Alejada de sus hijos y rechazada por ellos, así fue su caso
El caso de Jennifer Seifert es uno de los más conocidos y es que los videos de testimonio tanto de ella como de sus hijos acapararon la atención en redes sociales; sin embargo, el apoyo se dividió tanto hacia ella como a su exesposo, quien la difamó e incluso expuso a su hija mayor en videos de TikTok en los que supuestamente contaba las violencias por parte de su madre y de su nueva pareja. Aunque las publicaciones causaron revuelo, este año las autoridades determinaron que tanto la menor como su hermano de 9 años fueron manipulados para que contaran historias falsas.
En conversación con El Heraldo Digital, la activista señaló que atravesó por 12 meses de juicios para defenderse de una falsa denuncia por violencia familiar por parte de su ex, la razón detrás de estas acusaciones, explica, fue porque ella le puso una denuncia de incumplimiento de pensión alimenticia. Desde entonces su expareja inició con la difamación acusando a Jennifer de ser una mujer violenta con sus hijos y que incluso el más pequeño había sido víctima de abuso sexual.
“12 meses me tomó demostrar que no existía un tema de violencia familiar. A nivel de que yo tuve peritos y gente dentro de mi casa que decía, alegaba mucho que yo encerraba a mis hijos en un clóset y que los abandonaba en gasolineras; vinieron a mi casa a ver cómo era (…) y vieron toda la incongruencia de todo lo que estaba diciendo él y los niños, porque la versión de los niños fue cambiando durante todos estos años”, dijo.
Sobre esto último, Jennifer también agrega que por la manipulación a la que sometieron a sus hijos, sus testimonios fueron cambiantes porque para los menores no es fácil mantener una mentira por tanto tiempo, pero basta señalar con que los expertos en psicología le recodaron que para los menores no era una historia falsa, ya que llegan a pensar que sí fue cierto lo que dijeron. “Realmente piensan que lo que ellos están diciendo es verdad”.
En la sentencia final por parte del juez penal, agrega, “existió una clara venganza por parte del papá por el tema de que yo en el 2019 puse una denuncia por incumplimiento de pensión alimenticia. Todo sale a raíz de esta denuncia en donde yo desde el 2016 estuve tratando de hacer que se cumpliera con la pensión alimenticia”.
De acuerdo con el testimonio de la activista del FNCVV, al inicio empezó con las denuncias en un juzgado familiar y después de cuatro años de que no hubo avances, se fue a lo penal en contra de su exesposo. “A mí me denunció por un tema de violencia familiar y al final se comprobó que fue una denuncia falsa y no nada más eso, todos los testigos que él tenía en mi contra, no permitieron que testificara ninguno (porque) comprobaron la falsedad del testimonio en todos los aspectos”, agregó.
Sin embargo, los niños sí resultaron afectados y es que además de toda la manipulación de por medio aparentemente por el papá para que contaran historias falsas, fueron sometidos a constantes escuchas en las que “estaban aleccionados a decir cosas en mi contra”. A pesar de ello, las autoridades correspondientes determinaron que los menores llegaban con versiones e historias distintas en las que no se acordaban o necesitaban ayuda de un adulto para recordar lo que supuestamente habían vivido.
Anteriormente, El Heraldo Digital conversó con Alejandro Romo, expareja de Jennifer Seifert, quien mantuvo firme su postura de que ella era la agresora y que él siempre tuvo la guardia y custodia de los niños, pero la activista compartió que ella era la responsable de ellos y que en una convivencia del 29 de marzo de 2021 él se llevó a los menores ignorando la sentencia. “Yo no los vuelvo a ver, creo que fueron 9-10 meses en donde se les llevó a una escucha de menores que fue en la casa de él, fuera de protocolo”.
“Lo que dice él es cien por ciento correcto; los niños no querían verme, me tenían todo el miedo del mundo, no querían estar conmigo, no querían convivir conmigo y por supuesto que no querían pasar su domingo en un centro de convivencias. Uno de los temas que vieron los psicólogos, porque también entró el DIF, es que estaban viendo que en las salas de afuera –eso a mí nunca me tocó verlo–, justamente uno de los mensajes que les daba el papá era de ‘cuidado, es sumamente agresiva’. Entonces por supuesto que los niños entraban con todo el miedo del mundo y eso nunca lo voy a negar y genuinamente tenían miedo de que yo les fuera a hacer todo lo que en algún momento les dijeron que yo les hacía”.
Un detalle que incluso se viralizó en redes sociales es el testimonio de marzo de este año en el que el papá denunció que supuestamente en una visita en el CECOFAM de Ecatepec le quitaron a sus hijos con violencia; sin embargo, Jennifer Seifert aclara sobre esto último que él incumplió con la restitución que los niños deberían de tener con ella. Asimismo, precisa que las autoridades determinaron que la abuela materna de los menores era el mejor conducto para esta revinculación con quien nunca perdió la guardia y custodia, es decir, la cofundadora del FNCVV.
En su conversación con este medio, la madre de familia que ya se reintegró con sus hijos –quienes además siguen enfrentándose a terapias para dejar en el pasado todo lo que vivieron– explicó que el supuesto abuso sexual en contra del menor de sus hijos no fue más que una mentira y que la propia Fiscalía lo confirmó al someter al niño a pruebas en las que se determinó que nunca ocurrió lo señalado.
“El supuesto abuso sexual de mi pareja es algo que trataron de meter cuando a mí me dan la sentencia absolutoria en octubre de 2022, curiosamente unos meses después salió el tema. La Fiscalía se dio cuenta que era otro intento de seguírmelos quitando. Hicieron que mi hijo pasara 7 meses de peritajes psicológicos donde se concluyó que no existió un solo tema de abuso sexual”, dijo.
Actualmente, Seifert y su mamá son quienes cuidan de los dos menores en un proceso de reintegración para los niños; mientras que el papá tiene una restricción penal en contra de ellos tres y que está activa desde el 2021, aunque en ese entonces era él quien se hacía cargo de los pequeños.
Finalmente, la miembro del FNCVV agrega que “él está vinculado a proceso, está prófugo de la justicia porque ya pasaron dos órdenes de aprehensión; él se amparó, se lo concedieron y simplemente decide no presentarse en las audiencias, no ha cumplido con las medidas cautelares, se acerca a mí para amenazarnos; ya me dieron un botón de pánico por el nivel de amenazas que estamos sufriendo”, dijo no sin antes recordar que ella ha intentado que sus hijos mantengan contacto para que platicaran con su papá, “pero él se ha negado a responder llamadas, mensajes y sabe perfectamente dónde están viviendo los niños porque nos pidieron que diéramos de alta la dirección, pero opta por decir que no sabe dónde están los niños”.
Aline Nicolas
Fuente: El Heraldo de México