Richard Lizárraga Peiro
Abogados de Sinaloa acusaron al secretario general de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez de “solo cuajar negocios para los amigos y parentela” y de trasladar la falta de concertación política a los ayuntamientos. “La nula operación política” permite que el desorden aumente, señalaron.
Luis Fernando Nájera, periodista del semanario Río Doce, entrevistó a Fernando Beltrán Verduzco de la Alianza Mexicana de Abogados y a José Luis Polo Palafox de la Federación de Abogados de Sinaloa, quien coincidieron en que “en Sinaloa la concertación política está fallando y la causa (es) un secretario general de gobierno empecinado sólo en cuajar negocios para los amigos y la parentela, desatando la inestabilidad en los municipios”.
Los dirigentes de las agrupaciones de abogados afirmaron que en los casi 90 días de gobierno los “focos rojos” de gobernabilidad se han encendido en Mazatlán, Culiacán, Mocorito, Guasave y parcialmente en Ahome.
Sostuvieron que en estos cinco municipios los alcaldes, Luis Guillermo “Químico” Benítez Torres, Jesús Estrada Ferreiro, Martín Ahumada Quintero y Gerardo Octavio Vargas Landeros, respectivamente, se han asumido con mayores arrestos políticos que el propio secretario general de gobierno, Enrique Inzunza Cazárez.
El funcionario estatal “ha sido blandengue para imponer los criterios estatales, ocasionando, que los grupos de poder político se confronten y dividan, perdiendo el pueblo que los eligió, consideró Beltrán Verduzco en la entrevista concedida a Luis Fernando Nájera.
Dijo que ya es del dominio público que el “Químico”, en Mazatlán, tiene aversión al secretario de Salud, Héctor Melesio Cuén Ojeda y retadoramente desacata las medidas contra COVID-19 de no permitir eventos masivos exponiendo a miles de personas al contagio exponencial. Y antes se confrontó con su propio gabinete.
En Culiacán, la situación es similar a Mazatlán, porque Estrada Ferreiro hace lo que le place, mientras que en Guasave si bien el alcalde mantiene cierta alianza con el estado, los hechos de confrontación con sus cuerpo edilicio y órganos de control administrativo es muestra de que no hay concertación política, y en Ahome, hay cierta tranquilidad, aunque ocurren brotes repentinos de imposición como la adquisición de patrullas repintadas con colores partidistas, lo que es impropio.
Para el abogado y ex regidor del Ayuntamiento de Guasave, la nula operación del secretario de Gobierno permite que el desorden aumente. “Debe ser más responsable con sus obligaciones de política interna, así como fue bueno para dar empleos con sobresalarios a sus amigos, esposa, primos y demás, debe ser bueno para controlar los desmanes de los alcaldes”.
La falta de operación del Inzunza Cázarez lo replicaron los secretarios de los ayuntamientos, que en lugar de ser conciliadores con el resto del gabinete o cuerpo de regidores resultaron ser omisos.
“Guasave es una prueba irrefutable, en donde se advertía desde antes que había diferencias entre el cuerpo de regidores, la síndica procuradora y el alcalde, pero se operó mal y provocó la división que estalló ahora”, dijo.
Beltrán Verduzco dijo que la clave para dirimir el encono es la concertación, y los operadores debe ser los secretarios, con base a sus funciones, pero estos son ineficientes, y por tanto, los problemas en los municipios y en el estado tenderán a incrementarse y agravarse.
Sin embargo, aunque pueden ser reemplazados, podrá más el amiguismo que la eficiencia en los gobiernos.
José Luis Polo Palafox, líder de la FEDESIN, coincidió que en los casos de los alcaldes contra el pueblo mismo ocurren en al menos cinco municipios, en donde los regidores reciben “chayotes” para aprobar en caliente acciones indebidas o bien guardar silencio cuando las cosas están mal.
En Mazatlán, en el gobierno municipal no hay voz discordante que le diga al alcalde Benítez Torres que no puede exponer a las personas a contagios de coronavirus, sin caer en una acción de responsabilidad; en Culiacán, Estrada Ferreiro no tienen control y afrenta a la población con disposiciones fuera de lugar, y en Guasave, la confrontación es diaria entre el cuerpo edilicio, mientras que en Ahome, en una ocasión se acierta y en otra se erra, pero sin medida, consideró.
“Hay también quienes reciben pagos por pegar o ser el dardo verbal del desprestigio”, dijo.
Polo Palafox aseguró que también es sospechoso que en algunos cabildos no exista la disidencia natural en la política, y que los alcaldes logren las aprobaciones sin la más mínima oposición, lo que levanta suspicacia entre los gobernados porque el ejercicio apenas inicia.
Esto ha ocasionado que algunos presidentes municipales incurran en deslealtades hacia los gobernados, ya sea desviando el presupuesto, beneficiando a los compadres o a los amigos como proveedores de servicios o de materiales, sin cumplir con las normas de control exigibles en cada caso.
El abogado, quien también fue funcionario municipal y ejerció como secretario del Ayuntamiento de Ahome, afirmó que, hasta ahora, la concertación política se ha ausentado de los gobiernos, como también la vigilancia de los órganos institucionales de practicarla.