Investigadores de las Naciones Unidas señalaron que el uso sistemático de tortura y el bombardeo a la población civil durante la invasión rusa a territorio ucraniano constituyen graves delitos contra la humanidad.
El empleo sistemático de la tortura y la estrategia de bombardear la infraestructura eléctrica de Ucrania, ordenados por oficiales rusos, podrían considerarse crímenes contra la humanidad, señalaron investigadores de la Organización de las Naciones Unidas.
Una comisión integrada por tres expertos del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas presentó un reporte en el que se acusa a Rusia de bombardear sistemáticamente la infraestructura energética ucraniana para dejar a sus ciudadanos sin luz, calor o agua, lo que podría considerarse un crimen contra la humanidad.
También se acreditó el uso sistemático de la tortura contra los soldados capturados por los militares rusos, hechos que también son considerados fuera de las normas que suelen regir los enfrentamientos bélicos.
Una de las torturas que fueron documentadas es nombrada como “llama a Putin”, la cual consiste en descargas eléctricas en los genitales, pies y dedos, además del uso sistemático de las violaciones y colgar de las manos no solo a militares, sino a civiles y a trabajadores de la planta de energía de Zaporiyia. Las violaciones fueron documentadas en mujeres de los 4 a los 82 años.
El informe consta de 18 páginas, en las que se han vertido los testimonios de 595 personas y las investigaciones realizadas en 56 pueblos de Ucrania, los cuales fueron recabados por el equipo de expertos en ocho viajes.
Anteriormente, expertos en derechos humanos calificaron el bombardeo de edificios civiles, escuelas y hospitales como crímenes de guerra. Adicionalmente, la Corte Criminal Internacional inició dos investigaciones por las mismas acusaciones, aunque enfocadas en la deportación de niños.
La comisión de la ONU también documentó elementos que podrían considerarse crímenes de guerra entre las tropas ucranianas. Uno de ellos es el uso de minas mariposa en los territorios bajo dominio ruso, además de la tortura sistematizada y el uso de bombas de racimo, las cuales están prohibidas en la mayoría de los países.
Fuente: El Heraldo de México