Destacó la preocupante utilización de sistemas de vigilancia biométrica basados en inteligencia artificial sin el consentimiento de las personas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha realizado un llamado urgente a todos los gobiernos para aumentar la transparencia y regulación de las herramientas digitales y los espacios en línea debido a los impactos negativos que están teniendo en los derechos humanos.
En un comunicado, la ONU destacó la preocupante utilización de sistemas de vigilancia biométrica basados en inteligencia artificial sin el consentimiento de las personas, así como la proliferación de programas espía invasivos y su impacto en activistas y periodistas.
“Es urgente establecer regulaciones que garanticen la transparencia, alerten a las personas sobre el uso de medios sintéticos y proporcionen información al público sobre los datos y modelos utilizados”, señalaron los expertos.
Además, condenaron el uso ilegal de programas espía y tecnologías de vigilancia, que violan los derechos humanos y obstaculizan el trabajo legítimo de los defensores, al tiempo que limitan el espacio cívico bajo el pretexto de la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo.
También expresaron su preocupación por el respeto a las libertades de expresión, pensamiento y protesta pacífica, así como al acceso a derechos económicos, sociales y culturales esenciales y servicios humanitarios.
“Instamos a la moderación en el uso de dichas medidas hasta que se conozcan plenamente las implicaciones más amplias para los derechos humanos y se establezcan salvaguardias sólidas de protección de datos”, afirmaron los expertos.
IA’s generativas promueven la desinformación
Los expertos señalaron que los llamados sistemas de “Inteligencia Artificial Generativa” pueden permitir la producción masiva, barata y rápida de contenido sintético que difunde desinformación o promueve y amplifica la incitación al odio, la discriminación o la violencia basada en raza, sexo, género y otras características.
También expresaron su preocupación por el hecho de que su desarrollo está impulsado por un pequeño grupo de actores poderosos, incluyendo empresas e inversionistas, sin requisitos adecuados para llevar a cabo la debida diligencia en materia de derechos humanos o consultas con las personas y comunidades afectadas.
Los expertos recordaron a los Estados y a las empresas sus respectivos deberes y responsabilidades, incluida la debida diligencia en materia de derechos humanos cuando se trata del desarrollo, uso, investigación y adquisición de tecnologías digitales.
“Tanto la industria como los Estados deben rendir cuentas, considerando sus repercusiones económicas, sociales, medioambientales y en los derechos humanos”, afirmaron. “La próxima generación de tecnologías no debe reproducir ni reforzar los sistemas de exclusión, discriminación y opresión”.
Luis Romero
Fuente: El Sol de México