Buenos Aires. Más de un millón de personas se volcaron a las calles en defensa de la universidad y la educación pública en esta capital y en más de 50 ciudades del país, en respuesta a la convocatoria de docentes, estudiantes y trabajadores universitarios para reclamar un reajuste salarial y la promulgación de la ley de financiamiento que el presidente Javier Milei intentará vetar, como lo hizo con la reforma previsional, condenando a la miseria a los jubilados, que marcharon con los jóvenes, quienes proclamaron que esta protesta es un grito de auxilio para salvar al sistema educativo
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Se movilizaron maestros, estudiantes, familias, organismos de jubilados, científicos, sindicalistas, organizaciones sociales, congresistas y representantes de partidos opositores como Todos por la Patria y la Unión Cívica Radical, que se ha dividido en los hechos, e incluso algunos de la derechista Propuesta Republicana, que se enfrentan con el ex presidente Mauricio Macri y desafiaron a sus dirigencias.
La magnitud de la protesta sorprendió. La mayoría de testimonios que se reprodujeron en un canal de televisión y en radios coincidieron en que no es una una democracia
lo que se vive en Argentina, y muchos pidieron al ultraderechista Milei que escuche al pueblo o que se vaya ahora, antes de hundir y entregar el país
.
La marcha comenzó al filo de las 14 horas en dirección al Congreso, cuya plaza se llenó muy rápido, pero después un poderoso vallado, más elementos de seguridad en actitud de guerra, impidieron el avance de las largas columnas que colmaron las calles adyacentes, lo que dio aún más dimensión a la marcha, algo que el gobierno quería evitar. En las provincias comenzaron más tarde y en todos los casos fueron expresiones multitudinarias, incluidas Mendoza, Córdoba, Santa Fe y en las ciudades patagónicas, entre otras.
La convocatoria fue calificada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de descabellada
y golpista
, e intentó infiltrar a un grupito de violentos, sin éxito, ante la magnitud de la manifestación.
Los testimonios de todos los sectores, en especial de los miles de jubilados, eran conmovedores. ¿Por qué tanto miedo a educar al pueblo?
se leía en una pancarta. Una pensionada increpó al presidente por su maldad
. Y la mayoría concluyó que Milei debe escuchar al pueblo o irse
.
Ante la posibilidad de que el presidente argentino, Javier Milei, vete la ley de presupuesto a universidades, manifestantes llaman en un cartel a vetar al mandatario. Foto Ap
Piera Fernández de Piccoli, presidenta de la Federación Universitaria Argentina, leyó el documento oficial y recordó que la columna vertebral de la nación es la educación pública que nos iguala y nos hace libres, y la universidad pública es la herramienta por excelencia de movilidad social ascendente. Que no despojen al pueblo argentino de sus sueños de grandeza. Que no apaguen las vocaciones más nobles vinculadas al conocimiento y al trabajo
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Además de mencionar la gravedad de la situación que se vive y los presupuestos que amenazan a las universidades, los inconformes advirtieron que el profundo desfinanciamiento del sistema científico puso en jaque su desarrollo
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La ex presidenta Cristina Fernández Kirchner, quien llamó a acompañar a los universitarios, se presentó en el Instituto Patria, sede de su sector, para instalar una posta sanitaria, por cualquier situación que se diera y debió asomarse al balcón a pedido de centenares de manifestantes que pasaban hacia el Congreso.
Mientras, Milei cumplía su agenda al recibir en la Casa Rosada al estafador estadunidense Jordan Belfort, interpretado por Leonardo DiCaprio en la película El lobo de Wall Street, dirigida por Martin Scorsese.
En los 90, Belfort se convirtió en un rico corredor de bolsa que defraudó a los inversores. Fue a prisión tras declararse culpable de fraude y manipulación de acciones.
Beltford coincide en todo con Milei. Ambos afirman ser “defensores del libre mercado y la libertad individual ¡El futuro es brillante para Argentina!
, sostuvo el ex estafador, a quien Milei pidió que invirtiera en el país, como publicó la revista digital Política Argentina.
Stella Calloni, corresponsal
Fuente: La Jornada