El PRD no encontró en su alianza con PRI y PAN los votos que le permitieran crecer. Al contrario, en la elección pasada perdió su registro en varios estados y apenas alcanzó a mantener el nacional. Ahora sus líderes dicen haber hallado una fórmula ganadora: virar hacia socialdemocracia.
Llevado al naufragio electoral por sus dirigentes, el PRD no encontró en su alianza con el PRI y el PAN los votos que le permitieran crecer. Al contrario, en la elección pasada perdió su registro en varios estados y apenas alcanzó a mantener el nacional. Sin embargo un partido que según el INE desde su fundación ha recibido alrededor de 13 mil millones de pesos, no puede dejarse morir fácilmente. Ahora sus líderes dicen haber hallado una fórmula ganadora: dejarán su piel izquierdista para lucir otra nueva, socialdemócrata.
Condenado a su desaparición por la falta de respaldo electoral, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) tiene los días contados. Las elecciones de 2024 serán un volado en el que se determinará el futuro de la organización.
En 2018 el PRD se alió con el PAN para apoyar la candidatura de Ricardo Anaya en la alianza Por México al Frente. De los 12 millones 610 mil votos obtenidos, que representaron 22% de los resultados, el PRD apenas logró 1 millón 602 mil sufragios, que significaron 2.83% de la votación total, con lo que estuvo en riesgo de perder su registro, salvado sólo por unas décimas porcentuales.
En las elecciones de junio de 2021 el partido perdió su registro en la mitad de los estados del país. Obtuvo 4% de la votación total; ese resultado le permitió sobrevivir.
El panorama electoral para el PRD rumbo a 2024 no es optimista. Su mayor desafío es su supervivencia. Esto llevó a sus dirigentes a convocar a un par de congresos: el XVII, el pasado 9 de octubre, y el XVIII, que tendrá lugar los próximos 4 y 5 de diciembre y donde se definirá su nuevo rumbo. La idea es que el PRD transite de un partido de izquierda a uno socialdemócrata.
Aunque hasta ahora no hay una definición sobre su futuro inmediato, sus principales líderes están planteando un “relanzamiento”, aunque evitan hablar de una “refundación”, que incluye el debate sobre la viabilidad de continuar con los mismos colores y el logotipo del partido, además del lema “Democracia ya, Patria para todos”.
La comisión organizadora del próximo congreso –integrada por los nueve principales integrantes de la Dirección Nacional Ejecutiva, encabezada por Jesús Zambrano– tendrán a su cargo “la transformación profunda del partido”.
Según Zambrano, el objetivo es “afianzar al PRD como un partido socialdemócrata”. Para ello las tareas del congreso consistirán en reformar los documentos básicos, la declaración de principios, el programa y los estatutos.
Se pretende que la transformación sea más que un cambio de fachada. Es una apuesta riesgosa, pero no les queda otra opción. El objetivo es que el “relanzamiento” sea la pauta para un nuevo partido, aunque sus militantes seguirán siendo sus mismos “cuadros”, y sus “nuevos líderes” los mismos dirigentes de siempre.
Es una respuesta desesperada a partir de la interpretación de los últimos resultados electorales como una señal de que en 2024 el PRD podría perder su registro ante su baja votación en las últimas elecciones.
Jesús Ortega, coordinador nacional de Nueva Izquierda, la corriente que mantiene el control del partido, lleva a cabo desde hace un par de meses un periplo a lo largo y ancho del país para evitar un resquebrajamiento mayor luego de los desastrosos resultados electorales de junio pasado.
José Martínez M.
Fuente: Proceso