ÁLVARO ARAGÓN AYALA
Cargando con el estigma de amargado y traidor y pegado a las solapas de Quirino Ordaz Coppel a quien considera “el mejor gobernador que ha tenido Sinaloa”, el alcalde Guillermo -El Químico- Benítez Torres tuvo que recibir “oxigeno” del gobierno estatal –al que en breve también traicionará- para que se resolviera la crisis en el ayuntamiento de Mazatlán, vencido anticipadamente por su actitud de “político rajón” que no sabe honrar la palabra empeñada.
El ayuntamiento de Mazatlán vivía una crisis que amenazó con derivar en la ingobernabilidad municipal. Bajo amenazas y presiones de todo tipo, el presidente municipal pretendía imponer, por encima de la Ley de Gobierno Municipal, al secretario, tesorero y al oficial mayor. Regidores del PAS, PRI, MC y de otros partidos se opusieron; el conflicto se “arregló” con la intervención del gobierno estatal.
El secretario general del Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, jaló a su despacho, de manera individual, a los regidores opositores a “El Químico” Benítez para “negociar” el cambio del sentido del voto y para que apoyaran los nombramientos propuestos por el alcalde.
En su accionar, Inzunza Cázarez puso en entredicho la autonomía del ayuntamiento, exhibió la falta de capacidad operativa y de negociación del alcalde de Mazatlán e inhibió la función de los regidores como contrapesos de la administración municipal; para contribuir a la solución del conflicto, los regidores del PAS dieron un paso lateral y decidieron apoyar los nombramientos, deslindándose de las funciones presentes y futuras del alcalde.
Ante la amenaza de ingobernabilidad, el dirigente estatal del PAS, Víctor Antonio Corrales Burgueño, precisó: “alguien tiene que entrar en razón y si él ya no lo hizo, es el PAS el que va a dar ese paso convencido de que es por el bien del municipio”.
María Margarita Free del Castillo, de Mujeres por Sinaloa, dijo ésta “negociación” que viene de arriba con todo el tufo de la presión política, manda la lectura de que el proyecto político del alcalde de Mazatlán ya “tronó” y escribió que de cara al pueblo “El Químico” Benítez perdió la ruta y la pelea rumbo al 2024, año en el que desea ser postulado por Morena como candidato al Senado de la República.
Para Margarita Free, en la designación, con un cabildo bajo presión, de los tres funcionarios de primer nivel –secretario, tesorero y oficial mayor – el presidente mazatleco fue vencido porque su imagen de “rajón” permea por todos los círculos políticos. “‘El Químico’ no le sirve a Morena por ser indisciplinado, por su intención de querer gobernar solo Mazatlán, por su talante déspota y altanero y por su perfil de alcalde autócrata”, puntualizó.
El periodista Alejandro Sicairos, en su columna «Observatorio» relató en torno a la crisis del ayuntamiento que después muchos dolores que anunciaban el alumbramiento de un gran acuerdo para la gobernabilidad de Mazatlán, “lo que resultó” – dijo en directa alusión al alcalde- “fue otro parto de los montes donde la enorme montaña parió un ratoncito enjuto y sin dientes, con enormes ínfulas de quererse comer la luna creyendo que el cielo le regala un queso”.
En su columna “Sobre el Camino”, Benjamín Bojórquez Olea preguntó: “¿Dónde quedaron los contrapesos para legitimar el mandato de un gobierno municipal? Con esa actitud no ayudan nada a Morena ni al propio gobernador Rubén Rocha Moya. Cuando un ayuntamiento se torna autoritario y despótico, pierde la dimensión de sus propios excesos”.
Antonio Quevedo Susunaga, en su columna «Brecha», precisó que “las diferencias que se presentaron entre los regidores y el alcalde de Mazatlán, Guillermo Benítez, es un asunto que refleja una profunda molestia del presidente municipal seguramente por haber perdido la gubernatura frente a Rubén Rocha Moya y el PAS”.
Bien. Resuelta la crisis mazatleca, el alcalde de Mazatlán se agazapa seguramente en espera de tiempos mejores para asestar el golpe traidor al gobernador Rubén Rocha, quien le ayudó, en esta ocasión, a resolver el conflicto municipal. “El Químico” no perdona y alberga resabios pues cuando creía que la posición era para él, Rubén Rocha fue postulado candidato de Morena-PAS a la gubernatura de Sinaloa; tampoco olvida que Morena le negó el registro de la candidatura a la presidencia municipal de Mazatlán.
“El Químico” fue postulado alcalde de Mazatlán por el PAS, partido al que traicionó, y espera el momento oportuno para cobrarle la afrenta al gobernador Rubén Rocha, al que acusa de haberle quitado la gubernatura. Por las venas del alcalde de Mazatlán corre la sangre de un traidor y de un resentido y amargado político.
Por lo pronto ya le mandó una señal al mandatario estatal al calificar a Quirino Ordaz Coppel “como el mejor gobernador que ha tenido Sinaloa” pese a que heredó a los sinaloenses un estado sumido en la corrupción y la crisis económica.
El que traiciona una vez traiciona siempre….