El Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales alerta sobre posibles consecuencias de la politización del Poder Judicial y la desaparición de organismos autónomos
La reforma judicial impulsada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y en general su llamado Plan C, no sólo han encendido las alarmas de gobiernos de Estados Unidos y Canadá, sino que ponen en riesgo el “lugar de México en el bloque de Norteamérica”, advierte Ryan C. Berg, director del Programa Américas del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
En un artículo publicado “El plan C de AMLO y el bloque norteamericano, si podemos mantenerlo”, Berg señala que en su intento por cimentar su legado y “colocarse a la par” de figuras como Benito Juárez o Lázaro Cárdenas, López Obrador decidió empujar un paquete de reformas conocidas como Plan C.
“Entre otras cosas, están en juego la independencia de los organismos reguladores de México, el organismo electoral (que sirve de ejemplo en América Latina) y la independencia del Poder Judicial del país”, indicó.
El especialista agregó que “no es una hipérbole afirmar que la capacidad de México para seguir desempeñando un papel protagonista como socio estratégico en iniciativas de seguridad económica y nearshoring podría evaporarse a raíz de la aprobación de la reforma.
El también llamado Plan C, dice, significa en pocas palabras debilitar el sistema de pesos y contrapesos, “al punto de eliminarlos en la práctica”.
No sólo podría conducir a una mayor politización del sistema judicial, sino que probablemente significará que los candidatos aprobados serán aquellos que se alineen a Morena, sin contar con la posibilidad de que el crimen organizado imponga también a sus propios jueces.
La iniciativa propuesta por López Obrador podría tener dos consecuencias básicas, y detalla Berg la primera: “que el lugar de México en Norteamérica se ponga en duda y que a la par que se alejen las inversiones de empresarios países democráticos, poco dispuestos a invertir en un país poco seguro, entren inversiones de países autócratas”.
Más allá del Poder Judicial, las reformas podrían propiciar la disolución de organismos reguladores independientes como la Comisión Reguladora de Energía, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, el Instituto Nacional de Transparencia y la Comisión Federal de Competencia Económica, considera Berg.
En el segundo aspecto, el especialista indica que “en un mundo en el que el capital y la inversión tienen una orientación y se concede cierto valor a la alineación política y de valores, no es difícil imaginar cómo las reformas de AMLO podrían alejar más inversiones de los países democráticos e invitar a una mayor inversión de los países autocráticos o autoritarios. China, por ejemplo, está muy acostumbrada a hacer negocios en entornos con poderes judiciales muy politizados y un Estado de derecho menos seguro”.
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Fuente: El Informador