El gobierno federal presentó este jueves los detalles del Plan Nacional Hídrico, con el que se busca que el agua deje de verse como una mercancía, ordenar las concesiones otorgadas a particulares, impulsar la producción agrícola, desarrollar infraestructura para el abasto de agua potable y dar un uso sustentable al recurso.
“Se deja atrás la visión neoliberal. Esto ya había empezado con el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero le vamos a dar un impulso a recuperar el agua como un bien de la nación y un derecho humano”, expresó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
La mandataria detalló que el plan incluye un Acuerdo Nacional por el Desarrollo Humano al Agua y la Sustentabilidad que se firmará el próximo lunes 25 de noviembre y por el cual concesionarios agrícolas e industriales se comprometen a regresar a la nación el agua que tienen concesionada y no utilizan, así como a invertir para cumplir con las normas de tratamiento y reciclaje del agua. A la fecha se han comprometido a devolver 2 mil 500 millones de metros cúbicos, suficientes para abastecer a la Ciudad de México por dos años y medio.
Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente, sostuvo que este plan es un “cambio de paradigma”, pues se pasará de un enfoque extractivista y privatizador del agua impuesto en el periodo neoliberal a uno en el que se privilegie el agua para consumo humano.
Julio Berdegué, secretario de Agricultura, indicó que mediante inversiones públicas y en coordinación con privados tecnificar 200 mil hectáreas de riego, con lo que el gobierno estima que en esas tierras se podrá aumentar la producción en un 51 por ciento. Agregó que esto se sumará a las 100 mil hectáreas de distritos de riego construidas por el gobierno de López Obrador.
Efraín Morales López, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), detalló que el plan tiene cuatro ejes: política hídrica y soberanía nacional, mitigación del impacto ambiental y adaptación al cambio climático, justicia y acceso al agua, y gestión integral transparente.
Se contempla el desarrollo de 16 proyectos estratégicos durante el sexenio, como la presa El Novillo en la Paz, Baja California Sur, una planta desalinizadora en Playas de Rosarito, Baja California, un plan hídrico para Acapulco y un plan integral para la Zona Metropolitana del Valle de México.
También se contempla el restaurar y sanear los ríos, con prioridad en los tres más contaminados del país: el Lerma-Santiago, el Atoyac y el Tula, en donde se tomarán medidas para eliminar descargas contaminantes, reforestar, construir plantas de tratamientos, entre otras.
Bárcena agregó que la dependencia a su cargo trabaja en un programa de remediación en conjunto con empresarios para el Río Sonora.
Arturo Sánchez Jiménez y Alonso Urrutia
Fuente. La Jornada