Como parte de su política social, implementada a nivel internacional, la empresa suizo-alemana Proman, cuya subsidiaria en México son Proman Mexico y GPO Planta de Fertilizantes de Topolobampo, desarrolla un plan integral de terapia física de rehabilitación a personas con condiciones especiales que no tienen fácil acceso a este tipo de atención.
Este programa, en el que participa la clínica Rehabilité, nació a partir del interés de la empresa de poner su granito de arena a favor de las personas con capacidades diferentes, pero también de aquellas que, por causa de algún accidente o enfermedad repentina, hayan perdido movilidad y, con ello, hayan sufrido un cambio radical en su vida.
De acuerdo con Jean Claude Hecht, director de Proman en México, y uno de los principales impulsores de esta iniciativa social, ayudar a las personas con alguna condición de salud es un acto de alta responsabilidad que las empresas deben de tener a favor de las comunidades.
Explicó que la idea de emprender acciones sociales en temas de rehabilitación física nació del caso de Perlita, una joven con parálisis cerebral, pero con un increíble don para la pintura, y cuyas obras las pinta con la boca, ante la imposibilidad de hacerlo con las manos, dado su problema físico.
Condenada a pasar su vida en una silla de ruedas, por azares del destino conoció a Jean Claude Hecht, quien como director de Proman en México decidió implementar un programa social para hacer visible la labor de Perlita como pintora, a la vez que se contrataron los servicios de Alejandra Enríquez, la terapeuta encargada ahora del programa de rehabilitación y terapia física.
La terapeuta afirma que esta iniciativa social que realiza la empresa ha venido a cambiar vidas, ya que además del paciente se involucra a la familia entera para obtener mejores resultados.
Pone como ejemplo no sólo el caso de Perlita, quien ha mostrado avances considerables en su rehabilitación, a grado tal de que ya se para, realiza algunas tareas por si sola, aparte de su gran pasión, que es la pintura. En opinión de su terapeuta, Perlita en un futuro será capaz de valerse por si misma y no depender de terceras personas para su movilidad.
Como ella, cuatro personas más, incluido otro niño de ocho años con parálisis cerebral; un adulto de 38 años a quien una enfermedad autoinmune lo llevó a terapia intensiva en un hospital público por cuatro meses, y que al ser dado de alta no movía ninguna parte de su cuerpo, salvo los ojos.
Fue seleccionado para recibir atención especializada en terapia de rehabilitación en esta clínica que encabeza Alejandra Enríquez y, por fortuna, ya puede caminar de nuevo, con la ayuda de una andadera.
Otro caso es el de un joven de 17 años que recientemente sufrió un accidente en motocicleta y a quien le amputaron una pierna. Salió del hospital con una prótesis y el apoyo de una muleta, pero ya actualmente puede caminar sin ella. Estudia la preparatoria y está decidido a continuar sus estudios profesionales, superando una depresión por lo ocurrido, que lo mantenía en el encierro.
Alejandra Enríquez agrega que el quinto paciente que es atendido mediante el programa que patrocina Proman, es una persona mayor, padre de tres hijas, y quien sufrió un evento cerebrovascular y quedó con parálisis que lo postró en silla de ruedas. Después de la terapia de rehabilitación que ha recibido en Rehabilité, él ya ha regresado a trabajar a su negocio de tortillas de harina.
Casos como estos han dado origen al programa que puso en marcha Proman, como parte de un compromiso social para brindar atención a personas con alguna condición que es impide realizar sus actividades de manera normal, o tener una mejor calidad de vida.