El más reciente fue el registrado esta semana, con la muerte de un niño de siete años en Oaxaca.
Al menos 11 personas fallecieron en la última década por rabia transmitida por murciélagos en el país, revelan datos del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenapece) de la Secretaría de Salud.
El más reciente fue el registrado esta semana, con la muerte de un niño de siete años en Oaxaca tras la mordedura de esta especie, mientras que otro está en observación y una más fue dada de alta tras descartar el contagio.
De acuerdo con el Programa de Acción Específico para atender la Rabia del organismo de salud, los decesos por rabia de murciélagos ocurrieron en Coahuila, Chiapas, Tamaulipas y Guerrero, donde hay presencia de la especie.
Las muertes se suscitaron debido a que se registraron en zonas rurales que no fueron atendidas debidamente por el desconocimiento de los fallecidos y sus familiares que esta especie transmitía el virus por lo que no recibieron apoyo inmediato.
“Una vez instalado el cuadro clínico neurológico, el paciente fallecerá, así mismo se añaden otros factores, como fueron el limitado acceso a los servicios de atención primaria en salud”, detalla el documento.
La mordedura de esta especie se clasifica en la variante V11, como parte de animales silvestres y fuera de los contagios por caninos o felinos. Otros dos decesos que cuenta el estudio en ese sector fueron por mordedura de zorrillo y otra más por un zorro gris.
El estudio, publicado en 2020, consideraba la urgencia por erradicar estos contagios por parte de esas especies, quienes también pueden atacar a perros y gatos.
“Del 100 por ciento de las defunciones por rabia, se observó que el común denominador fue no acudir a solicitar la atención medica-antirrábica de manera inmediata, recordando y de acuerdo a la historia natural de la enfermedad”, señala el reporte de la Cenapece.
La situación contrasta con la rabia humana transmitida por el perro en México, la cual se encuentra en estatus de erradicación, por parte de la Organización Mundial de la Salud desde 2019.
MAAZ
José Ríos
Fuente: El Heraldo de México