Aunque ya se ha regresado a la vida cien por ciento presencial en la mayoría de las actividades, sobre todo en lo relacionado con la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), la reactivación económica sigue siendo lenta en el estado, puesto que hay negocios que aún no han logrado abrir o reactivarse del todo, advirtió Irvin Mikhail Soto Zazueta.
El director de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la UAS dijo que esta situación que se observa es normal porque aún no se supera la emergencia sanitaria y porque “simplemente no se trata solamente de bajar la cortina de un negocio y volverla a levantar”.
“Las tiendas, los abarrotes y en general los negocios tienen que hacer nuevas inversiones en personal, en productos, insumos, en contratación de personal y entonces esto no es automático”, explicó.
En cuanto a las expectativas de reactivación económica en Sinaloa a corto y mediano plazo, consideró que estas van a depender mucho de la dinámica del ciclo de negocios de la actividad agrícola y de cómo le vaya en las cosechas a los agricultores.
“En particular para Sinaloa, el crecimiento de este año va a depender en buena medida de cómo les vaya a los agricultores, la parte del consumo que tiene que ver con el comercio y los servicios esa se ha reactivado, quizás no con el ritmo que esperamos, pero ha seguido creciendo, la otra parte que o el otro componente de la entidad que tiene que ver con la agricultura, ya eso no los dirán las cosechas futuras”, subrayó.
Soto Zazueta estableció que a nivel nacional ha habido una reactivación económica, sin embargo, no ha sido de la magnitud que se esperaba para 2021, que era de un crecimiento de 5 por ciento y probablemente terminará siendo de alrededor del 3 por ciento.
Con respecto a las expectativas de crecimiento a nivel nacional para este año, el director de la FACES estimó que los pronósticos son que se crecerá entre un 2 y un 2.5 por ciento, que será insuficiente para recuperar los empleos y los niveles de producción del 2019, previo al inicio de la pandemia.
Indicó que el panorama mundial no es nada halagador para este año porque siguen los contagios de Covid-19 y continúan los efectos de la disrupción de las cadenas de suministro, lo cual está generando situaciones de presión inflacionaria en casi todos los países.
El experto puntualizó que se espera que a partir 2023 los países puedan recuperar la senda del crecimiento y los niveles de producción que tenían en 2019 previo al inicio de la pandemia.