Moscú. De “mentira absoluta” calificó ayer el vocero de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, las declaraciones de “funcionarios en Occidente” en el sentido de que el Kremlin está detrás de la muerte de Yevgueni Prigozhin, el magnate y jefe de los mercenarios Wagner que perdió la vida la tarde del miércoles anterior, junto con miembros de su plana mayor, al caer su Embraer en vuelo hacia San Petersburgo.
“En torno a esta catástrofe aérea y a la trágica muerte de los pasajeros del jet, incluido Yevgueni Prigozhin, circulan muchas especulaciones. Y desde luego en Occidente se presentan desde un determinado ángulo que son una mentira absoluta”, contestó Peskov a un reportero de la BBC londinense que le pidió comentar las “numerosas declaraciones de funcionarios en Occidente que apuntan a que el Kremlin ordenó matar a Prigozhin”.
El portavoz de Putin –quien reapareció ayer en su encuentro diario por videoconferencia con reporteros de la fuente presidencial, tras suspender sus vacaciones y regresar antes de lo previsto a Moscú– recomendó a todos “basarse en hechos” al abordar este tema y, ante preguntas de la prensa, admitió que ahora “ciertamente se conocen pocos hechos” porque “la investigación aún no termina”.
Peskov recordó que el mandatario ruso ya habló (el jueves) sobre este suceso. “El presidente indicó que hay que esperar los resultados de la pesquisa, la cual llegará hasta el final y debe concluir pronto”.
Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia, aliado de Rusia, también respaldó a su homólogo ruso desde Minsk, al responder a los medios acerca de la versión de que explotó una bomba en el avión de Prigozhin: “No puedo decir quién lo hizo. No voy a hacer de abogado, ni siquiera de mi hermano mayor (de Putin). Pero conozco bien a Putin, sé que es una persona calculadora, muy tranquila e incluso lenta a la hora de tomar cualquier decisión sobre asuntos menos complejos (…). Sinceramente, no puedo ni imaginar que él lo hiciera, que sea culpable (de ordenar la muerte de Prigozhin). Si me apuran por una opinión, considero que los autores hicieron un trabajo muy torpe, poco profesional. No es propio de Putin”, de acuerdo con la agencia oficial de noticias del vecino país, Belta.
Lukashenko sorprendió al decir que él nunca le dio garantías de seguridad a Prigozhin, aunque en la rueda de prensa que relató su mediación, el 24 de junio pasado, para convencer al jefe de los Wagner a detener, a 200 kilómetros de Moscú, su llamada “marcha por la justicia” sí mencionó ese compromiso esencial para sellar el pacto entre los insurrectos y el Kremlin.
En cambio, el mandatario bielorruso reveló que, a comienzos de 2023, avisó a Prigozhin que, según “fuentes de inteligencia profundas”, se estaba preparando un atentado en su contra, quien en esos momentos dirigía el asalto contra la ciudad ucrania de Bakhmut.
Se enteró Lukashenko, conforme a sus propias palabras, la última vez que viajó a Emiratos Árabes Unidos: “Recibí una información seria de fuentes de inteligencia, de esas que más profundo no pueden operar, y de inmediato pedí que localizaran al embajador de Rusia. Cuando se presentó ante mí, le di un telegrama cifrado para el Kremlin y el FSB (Servicio Federal de Seguridad)”. Añadió: “Luego le pregunté a Prigozhin y me confirmó que Putin le había avisado”.
En tanto, el jefe del Kremlin firmó ayer un decreto que obliga a todos los implicados en la “operación militar especial” en formaciones armadas, sean grupos de mercenarios (aunque la legislación rusa prohíbe esta actividad) o destacamentos de voluntarios, a jurar lealtad a la bandera rusa, lo que se interpreta como un paso más para subordinar al Ministerio de Defensa a ese tipo de combatientes, que como sucedía con el grupo Wagner, declarado “legalmente inexistente”, sólo cumplen órdenes de quien los contrata.
El Comité de Instrucción de Rusia, a cargo de la investigación del siniestro aéreo, emitió ayer un comunicado en el que sólo confirma haber encontrado “los 10 cuerpos de las personas que murieron al estrellarse el Embraer, así como las cajas negras del jet”.
La dependencia avisó que necesita tiempo para hacer los peritajes de ADN y descifrar los registradores de vuelo.
Juan Pablo Duch, corresponsal
Fuente: La Jornada