Caffé Canela y Karely Morales animan a muchos a disfrutar de las letras y la tarde
POR EDUARDO SÁNCHEZ ENCINAS
Fue una serpentina de palabras y sonidos. Música y voz. Era una edición más del programa Trova entre Libros en la Biblioteca Morelos que reunía el hechizo eufórico de Caffé Canela y la poesía en la garganta de Karely Morales.
Los primeros encantamientos flotaban en el aire para de inmediato quedar inscritos sobre papel por la guitarra, las percusiones y las aterciopeladas espinas de las voces de Isa Chávez y Nancy Soberanes…Ellas : Caffé Canela.
Era necesario en esa tarde, por si no te vuelvo a ver.
Se hizo gigante su olor a manzana Que dejóoooo tuuu pieeeeel, Y como haciéndome burla el destino No te he vuelto a ver, No tengo aliados librando esta guerra Me quedé con seeeed, Vaya traición me jugó la impaciencia- Por un sueño que alcancéeeeeeee Sobre papel- Declaro que te extraño cada amanecer
Luego centellaban las palabras de Karely Morales. Una y otra vez tocaban el oído con su brillo vocal. Había pretextos en la tarde a pesar de solo haber café de tomar para acercarse a las almas de los presentes. Faltaba Baco, si y faltaba Dionisio. Pero había voces que causaban el mismo efecto caminando en la creación de Mario Benedetti.
Hagamos un trato Compañera, usted sabe que puede contar conmigo No hasta dos o hasta diez, sino contar conmigo Si alguna vez advierte que la miro a los ojos Y una veta de amor reconoce en los míos No alerte sus fusiles, ni piense: ¡qué delirio! A pesar de la veta, o tal vez porque existe Usted puede contar conmigo Si otras veces me encuentra huraño, sin motivo No piense que es flojera, igual puede contar conmigo Pero hagamos un trato: yo quisiera contar con usted Es tan lindo saber que usted existe Uno se siente vivo Y cuando digo esto, quiero decir contar Aunque sea hasta dos, aunque sea hasta cinco
La poesía en voz de Karely Morales tuvo rumbo en otros textos como la Paloma, Compañera, Si Tú, Distancia, Uno y cero y más.
La fórmula binaria sacudía. Libros y música. Inexplicable a veces para las manos
Luego surtió efecto el encantamiento. El público se hacía voz. Participaban con canciones al aire y poemas. José Borunda tenía el antídoto para continuar el festejo. La gente levantaba la voz. Los “palomazos” duplicaban la alegría.
Se venía Paola, El Medel, Eduardo y más. Todos con la garganta llena de letras.
Al final, Trova entre Libros en la Biblioteca Morelos concluyó como una tupida hojarasca provocada por la poesía y música de Caffé Canela y Karely Morales.