Alvaro Aragón Ayala
A tres meses de que el Rubén Rocha Moya tome posesión como gobernador constitucional de Sinaloa, el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó una gira de trabajo, de la que cual se desprende la lectura de que el gobernador priista Quirino Ordaz Coppel terminará su quehacer gubernamental de rodillas ante la Cuarta Transformación.
La gira del presidente Obrador sirvió para hacer un ejercicio memorioso sobre la activa presencia de las 4T en Sinaloa y el triunfo contundente de Rubén Rocha Moya, a quien el mandatario federal le dio trato de gobernador en funciones con un réquiem político para Quirino Ordaz Coppel, relegado a un tercer plano en la jornada de trabajo presidencial.
En el pasado proceso electoral Quirino Ordaz Coppel operó la campaña electoral de Mario Zamora Gastélum, candidato del PRI-PAN-PRD al gobierno de Sinaloa, agregando a su campaña a funcionarios de su gabinete y a sus principales asesores de imagen. Pero plan quirinista de convertir a Sinaloa en “cabeza de playa” del Grupo Atlacomulco rumbo al 2024 falló por el arrastre electoral del candidato de Morena-PAS.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, por si todavía había alguna duda, despejó totalmente el camino a Rubén Rocha Moya ofreciéndole todo el respaldo de Palacio Nacional y del Estado Mexicano dejando en claro que ya no hay obstáculos para aterrizar en el estado la Cuarta Transformación. El hombre fuerte Obrador y de Sinaloa es Rubén Rocha Moya.
Calculador de los tiempos, Rocha Moya, en su gira de trabajo, dio contestación a aquel discurso de enero del 2019 en el que gobernador Quirino Ordaz Coppel – en un evento de Rosario – “México con agua se transforma”- lo llenó de elogios y le dijo “con usted nos va a ir a toda madre”, con una respuesta lacónica: “Quirino se ha portado muy bien”, exhibiendo la engañosa sumisión del gobernador priista.
En Badiraguato, López Obrador mandó la lectura de un Quirino espectral, del pasado priista, al referirse solo y directamente a Rubén Rocha Moya, quien lo acompañó por toda su gira de trabajo.
“Le va ir muy bien a Badiraguato, fíjense lo que son las cosas; es un pueblo que tiene mucha suerte Badiraguato, porque ahora el gobernador de Sinaloa, el próximo gobernador de Sinaloa es de aquí, Rubén Rocha y lo conozco a Rubén. Aquí en Badiraguato van a tener todo el respaldo del gobernador y también van a seguir contando con el respaldo del presidente de la república”, dijo López Obrador.
En la mañanera, para refrendar de que Rocha Moya no está solo en la tarea de rescatar y transformar el estado, el presidente de la República dijo que “se está buscando para Sinaloa que haya una transición ordenada y de conciliación”, pues ya, es seguro, de que en Palacio Nacional, circulan versiones sobre la destrucción de expedientes comprometedores en la Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas y del “maquillaje” de los arqueos en la Auditoría Superior del Estado, dos dependencias bajo la férula del gobernador Quirino.
Desde Palacio Nacional, pues, “se está buscando” una transición ordenada y conciliadora de cara a un Quirino Ordaz tramposo, pero a la vez desubicado, que le apuesta dejar herederos en la administración estatal, convertida hoy en un galimatías y en una caja de pandora en la que sobresalen los “aviadores”, los desvíos y dispendios de recursos públicos.
Quirino demanda protección arrodillándosele al presidente Obrador y a los operadores de la Cuarta Transformación en Sinaloa. Ya se va…