El mandatario ruso cuenta con un 85% de aprobación dentro de Rusia; con todos los opositores muertos y detenidos, Putin lograría sin obstáculos la reelección.
La Cámara Alta del Parlamento de Rusia fijó el jueves para el 17 de marzo de 2024 las próximas elecciones presidenciales del país, en las que pocos dudan de la victoria de Vladimir Putin, aunque todavía no haya presentado su candidatura. Después de años eliminando metódicamente toda oposición interna, el mandatario ruso dispone con estos comicios de la oportunidad de mantenerse en el poder hasta 2030, cuando cumpliría 78 años.
Los senadores del Consejo de la Federación, la Cámara Alta del Parlamento ruso, decidieron por unanimidad “fijar la elección presidencial para el 17 de marzo de 2024“, poco después del segundo aniversario del lanzamiento de la ofensiva en Ucrania. La decisión “prácticamente lanza la campaña presidencial” en Rusia, dijo la presidenta de la institución, Valentina Matvienko.
Como Moscú reivindicó en septiembre de 2022 la anexión de cuatro regiones ucranianas parcialmente ocupadas (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia), las elecciones serán “una especie de culminación de la reunificación”, estimó. La votación se celebrará también en la víspera del décimo aniversario de la anexión de la península ucraniana de Crimea.
Después de un año 2022 difícil marcado por reveses en el frente y una retahíla de sanciones occidentales, Rusia se encuentra en mejor situación por el fracaso de la gran contraofensiva de Ucrania en el verano boreal, la erosión del apoyo de Estados Unidos y Europa a Kiev y el reajuste de la economía nacional.
Casi todos los opositores de envergadura de Putin, entre ellos el activista anticorrupción Alexéi Navalni, han sido encarcelados o forzados al exilio. Además, toda crítica a la operación contra Ucrania es duramente castigada en los tribunales. Matvienko se felicitó de la “consolidación” de la sociedad alrededor del poder, a pesar de “las circunstancias exteriores difíciles y los intentos del enemigo de debilitar a Rusia”.
En su opinión, los “ciudadanos están más unidos que nunca” en torno al gobierno de Putin, “y la labor del Estado es mostrarse digno de esta confianza, impedir la más mínima provocación”… y las encuestas lo dicen. De acuerdo con la consultora independiente Levada Center, Putin cuenta con una aprobación del 85% dentro de Rusia, mientras que al gobierno en general tiene una valoración positiva del 69%, según su último dato de noviembre de 2023.
Llegado al poder en el año 2000, Putin puede teóricamente mantenerse en el Kremlin hasta 2036 gracias a una controvertida reforma constitucional aprobada en 2020. Aunque no ha anunciado oficialmente su candidatura, hay pocas dudas de su voluntad de quedarse por seis años más. El presidente ruso dijo en septiembre que dejaba para “finales de año” su decisión al respecto.
Su portavoz, Dmitri Peskov, indicó en noviembre que “el momento del anuncio se acerca”, pero subrayó que Putin no tenían ningún competidor creíble. La decisión puede desvelarse el próximo jueves, en la gran conferencia de prensa anual de Putin y una sesión de preguntas y respuestas con los ciudadanos.
“Nuestro pueblo tomará la única buena elección posible (…) votando por Rusia, por la victoria”, anticipó Valentina Matvienko.
La presidenta de la comisión electoral, Ella Pamfilova, presente en la votación del Consejo de la Federación el jueves, auguró que las elecciones se desarrollarán en un “ambiente tóxico” debido a la “rusofobia” de Occidente y las “sanciones absurdas”. El trabajo de la prensa durante estos comicios será complicado debido a un endurecimiento de las condiciones de la cobertura decretado por las autoridades en noviembre.
Los periodistas independientes, los blogueros y los trabajadores de medios de comunicación rusos que trabajan desde el extranjero no tendrán acceso a la votación ni al recuento de sufragios. Las elecciones deben celebrarse también en las regiones ucranianas ocupadas por Rusia, donde rige actualmente la ley marcial.
dmr
AFP | D. Rodríguez
Fuente: Excelsior