Desde hace meses incluso Edgar Amador Zamora publicó su Declaratoria de Amor por la ciudad ubicada en la zona norte de la entidad
Mi alma chilanga es mochitense, asegura
Los Mochis, Sinaloa. – Claro que la ciudad sabe que existe. Las históricas generaciones educativas de la Secundaria Ignacio Manuel Altamirano y de la Preparatoria por Cooperación del mismo nombre (IMA), conocieron no solo el nombre del Director de esas instituciones Profesor Inocencio Amador Soria, oriundo de Tecuala, sino el del hoy Secretario de Hacienda y Crédito Público, Edgar Amador Zamora, de su madre Estela Zamora Reyes y sus hermanos Roxana, Rubén y César Inocencio.
Los Mochis definitivamente sabe que existe un tal Edgar Amador. Y muchos más lo supieron luego de esa misiva fortuita y sorpresiva publicada en EXCELSIOR el 5 de junio del 2023 que se tituló Declaración de Amor por Los Mochis.
“Yo no soy mochitense de cuna. Soy mochitense de tumba: allí yacen para siempre mis padres. Pero a esa ciudad yo la quiero como si fuera mía, como si me perteneciera, siendo que ni sabe que existo”, escribía en ese momento el hoy Secretario de Hacienda de la Presidenta Claudia Sheinbaum en su acostumbrada columna de ese periódico nacional.
Ese texto corrió por las redes más rápido que los mitotes. Algunos decían mira “el hermano del Chenchín”, otros apuntaban: “el Hijo de profe Chencho de la IMA”, mira “somos de los 23 de la IMA”, al referirse a la dedicatoria de la columna.
“Mi ciudad, Los Mochis, Sinaloa, es una jovencita que apenas está cumpliendo ciento veinte años, así que esta modesta columna busca ser una declaración de amor a ella, la esmeralda del noroeste”, escribía el funcionario federal.
Edgar Abraham Amador en su Declaratoria se convertiría en un ferviente promotor de la gastronomía local.
“La comida china de Sinaloa, y en particular de Los Mochis, es espectacular, con tintes propios e ingredientes fresquísimos”.
Sus evocaciones de la ciudad lo llevan a sublimar la comida de Los Mochis, “de allí son los mejores tacos de asada, allí se revolucionó el hot dog, pocos preparan los camarones como en esa comarca. Somos adictos a inventar platillos”.
Amador Zamora, nacido en Monclova, adoptó a Los Mochis como su ciudad, a los campeonísimos Cañeros como el equipo de sus amores, al estadio Emilio Ibarra Almada. Así lo resume.
“Pero desde entonces, y creo que hasta que todo sea, mi alma chilanga es mochitense”.
Aún recuerda las calladas noches de su infancia en la Madero pasando el Rio Fuerte en donde fue feliz.
“Los Mochis no es mi elección, es mi destino. Y lo acepto”, terminaría en su escrito.
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