La secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, afirma que hay condiciones para el regreso a las aulas de 25 millones de alumnos de preescolar, primaria y secundaria, aunque reconoce que será la Secretaría de Salud (Ssa) la que tendrá la última palabra, frente a una pandemia “tan deshonesta” que no permite prever múltiples situaciones.
“Vemos las condiciones de abrir las escuelas, que tenemos que mejorar algunas cuestiones, sí, pero contamos con estos días para hacer algunas precisiones. Vemos condiciones (para el regreso) salvo si hubiera una situación que estuviera fuera de nuestra mano y por indicación de la Secretaría de Salud, tendríamos que acatar lo que nos establezca”, señala.
En entrevista con La Jornada subraya: “le apostamos a que se presenten todos (los alumnos) este 30 de agosto”. Y admite que aún no se tiene una estimación del número que volverá a las aulas. “Vamos a ver realmente cuántos se presentan, y de eso va a depender qué opciones puede realizar cada una de las escuelas”.
A la fecha -apunta- se han detectado 17 mil escuelas en todo el país, sin agua potable, ya sea por daños en tubería o porque nunca han tenido acceso al servicio. Anuncia recursos para atender esta necesidad vital, principalmente en centros escolares de Veracruz, Guerrero, Chiapas y estado de México. Los fondos se entregarán de manera directa a los Comités Participativos de Salud Escolar (CPSE).
Otro desafío, indica la funcionaria, es garantizar la conexión a la red eléctrica de los planteles. “Tenemos escuelas con adeudos, y ya estamos trabajando con la Comisión Federal de Electricidad, con Manuel Bartlett, para ver si podemos hacer un programa donde se pueda llegar a una negociación”.
—¿Cómo atenderá la SEP el abasto de insumos básicos de higiene y limpieza para las escuelas?
—En lo que se refiere a cubrebocas y gel antibacterial, el Instituto de Salud para el Bienestar nos apoyará con una dotación de 7 millones, y ya estamos pidiendo un poco más. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología nos dotará el gel que daremos a las escuelas más necesitadas, con menos recursos, y obviamente a las que tengan alumnos.
—El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la carta compromiso que solicitó la SEP a los padres de familia es producto de una concepción burocrática, autoritaria ¿dejó de ser obligatoria?
—Lo que sucedió es que se difundió una carta que no es la carta oficial, la alteraron. Después presentaron otra, y si recordamos, en el ciclo 2019-2020 se hizo una misiva dentro de la guía para el ingreso seguro.
Tuvimos una reunión con los diferentes secretarios de Educación de los estados, y comentamos entre otras cosas ese documento, que no eximía de responsabilidad a la SEP, porque hablaba de los protocolos del primer filtro que se hace en casa (…) El viernes empezó a circular en las redes que había esa inquietud, analizamos con los secretarios y vimos que no era lo importante, a lo mejor sí fortalecer las recomendaciones a través los medios, pero no era una parte fundamental, por eso no se dio a conocer al Presidente.
Y en el acuerdo que ya se mandó, no está lo de la carta. Por tanto, ni es obligatoria y sale sobrando. Concuerdo con el Presidente que lo que debemos hacer es facilitar esa entrada a nuestros pequeñitos, no ver cómo no, sino ver cómo sí pueden entrar. Lo que sí les pedimos mucho a los padres de familia es que nos apoyen de manera conjunta.
—¿Será obligatorio para docentes, directivos y personal de apoyo presentarse en las escuelas?
—El Presidente comenta que es voluntario. Él ha tenido la sensibilidad y el respeto de decir nada por la fuerza, todo por la razón (…) Respetando ese pronunciamiento, es voluntario. Pero hablo como maestra: sí pediría a los maestros que nos apoyen, más allá de que si es voluntario o no.
—¿No habrá ninguna sanción contra quienes decidan no presentarse?
—No, algo que reconozco en el Presidente es que jamás me ha hablado de una sanción o quitar el salario.
—¿A qué atribuye las resistencias en contra del regreso a clases?
—En los maestros puede ser el miedo, son seres humanos y tienen inseguridad. Todos tenemos un miedo ante lo desconocido. También puede ser efectivamente por la corresponsabilidad, que yo puedo ser responsable de mis niños. La otra es la falta de información y eso provoca desconcierto y porqué no, enojo. Decir ‘ellos están ante un escritorio y toman decisiones’, pero a ver, que se vengan al grupo y van a ver cómo es la realidad. Y otra más, que efectivamente no falta alguno, afortunadamente pocos, que en determinado momento, como dice el Presidente, si dices blanco, ellos dicen negro.
Tenemos que dar el paso. Si nos paralizamos ante el miedo vamos a estar otro año más sin clases presenciales, porque no vamos a encontrar a lo mejor las condiciones ideales que queremos todos para poder iniciar un ciclo escolar.
Gómez Álvarez insiste en que tras 17 meses de permanecer en casa detectaron más estrés y angustia en niños y adolescentes. Más casos de obesidad, desorden en hábitos alimenticios, e incluso, violencia física y psicológica, y si bien “ahorita creo que vas a tener que abrazar a tus niños con la mirada”, es necesario el regreso de las clases presenciales. Ahí mismo reconoce que abatir los rezagos en el aprendizaje de los alumnos podría llevar hasta dos años.
Respecto al papel que tendrán los padres de familia y los docentes en la definición de cómo operarán las escuelas, afirma que “son de vital importancia porque son ellos los que conocen su realidad, saben qué salón es operante, cuál puede tener riesgos, y con el centro de salud que tengan cercano pueden hacer las propuestas pertinentes”.
Considera que el número máximo de alumnos por aula dependerá de cada plantel, pero ahí donde hay 40 ó 50 estudiantes “calculo que habrá un 50, 60 por ciento que pueda estar (en el salón), y de ahí dependerá mucho la decisión que se tome”.
Incluso, convino en que para detectar el número de docentes fallecidos por la Covid-19, aquellos que se jubilaron o están en proceso de hacerlo, la SEP esperará al retorno presencial de este 30 de agosto, al igual que para identificar cuántos grupos no cuentan con un profesor.
Asegura que continuará el programa Aprende en Casa para la atención de aquellos alumnos que no retornen a las aulas, y serán profesores comisionados o con funciones administrativas los que se harán cargo de las clases en línea. Esto, asegura, ya forma parte de los acuerdos suscritos con las autoridades educativas del país.
Lo anterior para garantizar que los maestros que estarán frente a grupo “no tengan ese doble desgaste y se pueda cubrir a los alumnos que se queden en casa”. Estrategia que, insistió, “dependerá mucho de cómo se vayan presentando los pequeños”.
Laura Poy Solano
Fuente: La jornada