San Francisco, California, contempla crear un centro público que permita consumirlas de forma segura
SAN FRANCISCO. La epidemia de muertes por sobredosis de drogas en EU, que por primera vez superan las 100 mil anuales, ha llevado a recurrir a soluciones desesperadas, como un proyecto para crear en San Francisco, California, el primer centro público para inyectarse de forma segura, algo que va contra la ley.
El lugar se ubicará en un local subterraneo, entre una pequeña galería de arte y un edificio residencial, al que la alcaldesa de San Francisco, London Breed, quiere que acudan los adictos a las drogas para inyectarse fentanilo y metanfetaminas bajo supervisión y de forma segura, en vez de hacerlo en la calle.
En los alrededores de ese local, el problema resulta evidente: decenas de personas se agolpan tumbadas en la acera, en tiendas de campaña, bajo cartones o al raso, con signos visibles de abusar de las drogas, en el pleno corazón de una ciudad donde en 2020 murieron más del doble de personas de sobredosis que de covid-19.
El principal problema para el centro de inyecciones seguras que va a crear el Ayuntamiento de San Francisco, al que se podrá acudir para usar drogas ilegales bajo la supervisión de personal entrenado y con jeringuillas limpias, es que va contra la ley federal y estatal, pero, aun así, la ciudad considera que ya no puede más.
En San Francisco, una urbe que no llega a los 900 mil habitantes, mueren cada día más de dos personas por sobredosis,en promedio, según cifras de la prensa local, de las que más del 70 por ciento fallecen por el consumo de fentanilo, un opiáceo sintético 50 veces más potente que la heroína y letal hasta en las dosis más pequeñas.
Los Centros de Control de Enfermedades indican que entre abril de 2020 y abril de 2021 EU sufrió 100 mil 306 muertes por sobredosis, la primera vez que se superan las 100 mil.
Expertos destacan que, pese a ser alarmante, esta cifra está incluso por debajo de la real, ya que resulta muy complicado determinar todos los fallecimientos por esta causa, especialmente en condados pequeños y rurales con los que la epidemia se está cebando y que apenas disponen de recursos para llevar a cabo exámenes forenses de toxicología.
De acuerdo a estimaciones, las cifras reales de muertos por sobredosis son entre un 20 por ciento y un 30 por ciento superiores a las oficiales.
Este nuevo programa del gobierno de San Francisco se apegaría a la política de drogas en Países Bajos, que tiene por objetivo dar tratamiento y rehabilitar a los consumidores, reducir posibles daños de la droga, eliminar el conflicto de origen de personas que toman estupefacientes y combatir la producción y trafico.
Las autoridades de Países Bajos consideran que el problema no se puede corregir, por lo que apuestan a intentar controlar y reducir el daño que continuar con leyes punitivas con diversos resultados.
Este modelo se ha intentado replicar en varios países europeos, como Alemania y Francia, fue Bélgica la nación más cercana a lograrlo, pero en su votación no prosperó. Suiza ha debatido por años el proyecto y sigue en revisión.
EFE y redacción
Fuente: El Sol de México