Richard Lizárraga Peiro
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador procesa en Sinaloa la federalización o incorporación de tres de veintiocho hospitales estatales al programa IMSS-Bienestar para coadyuvar con el sistema estatal de Salud y que no quede ni un solo sinaloense sin recibir atención médica.
El programa ya se implementó en Nayarit y Tlaxcala, estados donde el funcionamiento del IMSS-Bienestar permite brindar atención médica a personas de escasos recursos económicos; las secretarías de Salud de ambos estados trabajan con más holgura, sin sobrecarga de enfermos en el resto de los hospitales públicos y centros de salud.
Con el nuevo modelo no desaparece la secretaría de Salud Estatal, ni el IMSS ni el ISSSTE. Se trata de un programa integral operado en los hospitales integrados al IMSS-Bienestar basado en cuatro componentes: atención primaria a la salud con esfuerzos en la prevención de enfermedades, procuración de la salud y seguimiento de embarazadas; involucrar a la comunidad como parte fundamental de la atención; conservación preventiva para garantizar que equipo e infraestructura se mantengan siempre en buenas condiciones.
IMSS-Bienestar es un programa de salud del Gobierno Federal administrado por el Seguro Social (IMSS), ofreciendo servicios de salud a la población no derechohabiente, desde una perspectiva comunitaria, lo que contribuye a la inclusión social y a hacer efectivo el derecho a la protección de la salud previsto en el artículo 4° Constitucional.
En Sinaloa únicamente se contempla ingresar al programa IMSS-Bienestar tres hospitales de un total de veintiocho con los que cuenta el sector Salud, el cual funciona, además, con 304 centros de salud distribuidos en los 18 municipios que no serán incluidos en el programa presidencial.
Desde el lunes llegó a Sinaloa una brigada del IMSS para elaborar un diagnóstico de todo el sistema estatal de Salud, pero en particular del Hospital General de Culiacán, el Hospital Pediátrico de Sinaloa y el Hospital Integral del Valle de El Carrizo. El grupo es coordinado por el secretario general del IMSS, Marcos Mucio Mújica.
El diagnóstico deberá estar concluido en un plazo máximo de diez días para después organizar la visita del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador para proceder a firmar el convenio marco para el desarrollo en Sinaloa del Modelo de Atención Integral a la Salud del programa IMSS-Bienestar a fin de garantizar atención integral, oportuna y gratuita a toda la población, y cumplir con la reforma al artículo cuarto constitucional que establece atención médica y medicamentos gratuitos.
La secretaría de Salud tiene ya elaborado un diagnóstico previo de la casi totalidad de los veintiocho hospitales de la entidad y de los 304 centros de salud, pero sobre todo de los tres hospitales que serán federalizados, información que cruzará con la que recoja la brigada del IMSS. El propio titular de Salud, Héctor Melesio Cuén Ojeda, realizó un recorrido de supervisión por las jurisdicciones sanitarias de la entidad y encontró nosocomios y centros de salud con necesidades de atención de la planta laboral, deficiencias en el suministro de medicamentos y la falta de equipos para la atención de la población.
El gobierno de Quirino Ordaz Coppel dejó prácticamente desmantelado el sistema de salud estatal e invirtió cientos de millones de pesos, en plena pandemia, en la construcción de los “cascarones” del nuevo Hospital General de Culiacán, del Hospital Pediátrico de Sinaloa y del Centro de Salud con Servicios Ampliados de Culiacán, quedando al garete el suministro de medicamentos y de equipo para la atención de las miles de personas infectadas por Covid.