Nuevas investigaciones detallan que BA.2 es capaz de causar enfermedades graves como las primeras variantes del coronavirus, incluida delta.
La subvariante BA.2 de ómicron puede causar una enfermedad más grave y podría frustrar la inmunidad que ofrecen las vacunas contra el COVID-19, detalla un nuevo estudio realizado en Japón.
De acuerdo con información de CNN, las nuevas investigaciones muestran que BA.2 es capaz de causar enfermedades graves como las primeras variantes del coronavirus, incluida delta.
Al igual que ómicron, el estudio señala que esta subvariante podría escapar a la inmunidad creada por las vacunas. Por ello, sugiere aplicarse una vacuna de refuerzo para restaurar su protección.
BA.2 también es resistente a algunos tratamientos como el sotrovimab, el anticuerpo monoclonal que se usa actualmente contra ómicron. Además, puede copiarse a sí mismo en las células más rápidamente que BA.1, la primera versión de ómicron.
Incluso, descubrieron que los animales infectados con la subvariante se enfermaron más y su función pulmonar empeoró. Similar a la variante ómicron original, BA.2 fue capaz de romper los anticuerpos en la sangre de las personas que habían sido vacunadas contra el COVID-19.
¿Subvariante BA.2 de ómicron se propaga más rápido?
El estudio en el que se observa a esta subvariante sugiere que su rápida propagación se debe a que es más transmisible que su hermana directa, ómicron, mientras que por otra parte estudios preliminares demuestran que BA.2 puede fácilmente superar la inmunidad de la vacunación y la infección previa con variantes anteriores. Sin embargo, esta no es mejor que ómicron.
A pesar de que los estudios epidemiológicos respaldan estas conclusiones, los investigadores aseguran que es poco probable que esta nueva subvariante provoque otra ola importante de infecciones como lo llegó a hacer en su momento ómicron.
“Podría prolongar la oleada de ómicron. Pero, nuestros datos sugerirían que no conduciría a un nuevo aumento adicional”, declaró Dan Barouch, inmunólogo y virólogo del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston, Massachusetts, quien dirigió el estudio de la subvariante BA.2.
Para evaluar cualquier diferencia entre ómicron y BA.2, el equipo de Barouch midió qué tan bien los anticuerpos “neutralizantes” o bloqueadores de virus en la sangre de las personas protegían las células de la infección por virus con la proteína de pico de cualquiera de las variantes.
Fuente: El Financiero