Tere Guerra, el proyecto 2024 y los concursos de belleza

ÁLVARO ARAGÓN AYALA 

En el proyecto rumbo al 2024, año en el que otra vez se disputarán alcaldías y diputaciones locales y de vuelta diputaciones federales y las Senadurías, a la abogada María Teresa Guerra Ochoa, forjada bajo los cánones del Partido de la Revolución Democrática y el activismo político y social en defensa de los derechos de las mujeres, le tocó lidiar con una de las secretarías más emblemáticas, la Secretaría de la Mujer, cuya creación levantó muchas expectativas.   

Quienes le dan seguimiento a la trayectoria de Tere Guerra consideran que la Secretaría de la Mujer es una magnífica plataforma para que ella construya un proyecto por la gubernatura de Sinaloa, pero antes tendrá no solamente que dar resultados, sino que tiene que pasar el “cedazo” electoral del 2024, si es que todavía aspira convertirse en candidata, ahora por la vía de Morena, al gobierno de Sinaloa.  

En el 2010, a la ex diputada local por el PRD se le barajaba como prospecta a la gubernatura por el PRD, pero declinó a favor de Mario López Valdez, quien, bajo la fórmula PAN-PRD-Convergencia, derrotó al candidato del PRI-Nueva Alianza Partido Verde Ecologista de México, Jesús Vizcarra Calderón. Malova acomodó en el gabinete estatal al hermano de Tere Guerra, Juan Nicasio Guerra y a su sobrino Juan Iliv Guerra Medina. 

La ex legisladora no se incorporó al gabinete estatal; continúo atendiendo su despacho jurídico-laboral y encabezando manifestaciones en pro de los derechos de la mujer y contra los feminicidios.  

Con el gobierno de Rubén Rocha Moya, María Teresa Guerra Ochoa pasó del activismo político y social a ser parte del gabinete estatal, en la Secretaría de la Mujer, la cual es responsable de desarrollar una serie de programas y de vigilar que se cumplan las leyes y reglamentos creados para proteger a las mujeres; es también el garante institucional para exigir el esclarecimiento de feminicidios, desapariciones forzadas y la protección de las mujeres ante todo tipo de abusos como es la trata de blancas y la prostitución. 

Si la titular de la Secretaría de la Mujer quiere avanzar en lo que sería su proyecto político, de aquí al 2024 tendrá que dar resultados tangibles. En el 2024 estarán en disputa las diputaciones federales y la Senadurías, claves para entrar al juego por la gubernatura en el 2027. Otra de las posiciones importantes a ocupar con perspectiva futurista es también la alcaldía de Culiacán.  

Teresa Guerra inició bien sus funciones al frente de la Secretaría de la Mujer con un caso tipificado como apología del delito o incitación a la violencia contra las mujeres registrado en un bar el Día de Muertos en Culiacán. Sin embargo, los problemas son mayúsculos, aún más graves. 

1.- Hay decenas de carpetas de investigación “congeladas” en la Fiscalía General de Justicia en torno a feminicidios perpetrados en distintos municipios de Sinaloa por torvos asesinos. 

2.- El reporte de mujeres desaparecidas raya en el escándalo, sin que las autoridades responsables de la investigación de delitos le den la importancia debida a este tipo de delitos graves. 

3.- Decenas de restos óseos de mujeres han sido encontrados en tumbas clandestinas; no se acelera la identificación de los despojos humanos, mucho menos se realizan investigaciones para dar con los criminales que desaparecen y entierran mujeres. 

4.- En Mazatlán hay reportes de trata de blancas. 

5.- El fenómeno de la prostitución es gravísimo en Sinaloa; por falta de empleo y de apoyo oficial muchas mujeres se ven en la necesidad de vender su cuerpo para poder subsistir y llevar el sustento diario a sus familias. 

6.- El infierno que viven las meseras en bares, cantinas y antros, las cuales no reciben sueldos decorosos o las obligan a “vivir” de las propinas de los parroquianos. 

7.- Las desigualdades salariales que priman entre las mujeres y los hombres. 

8.- Las condiciones infrahumanas en las que laboran las mujeres jornaleras.  

9.- La violencia intrafamiliar; son cientos las denuncias de atropellos físicos y a la dignidad de las mujeres en el seno del hogar. 

10.- Las trabajadoras domésticas que se afanan sin ninguna prestación o derecho laboral (no reciben ni aguinaldos ni vacaciones ni servicios médicos)  

Es un cúmulo de trabajo que deberá desarrollar la titular de la Secretaría de la Mujer, además de que es de ovia y pronta resolución de que se haga cargo de un tema sensible: los concursos de belleza femenina, en los que las mujeres son sometidas a las miradas lascivas y a tratos humillantes. En Sinaloa no hay una ley que norme este tipo de competencias. 

Oaxaca, por ejemplo, se convirtió en el primer estado de país en aprobar que los certámenes de belleza y concursos como Miss Universo o Miss Mundo suponen violencia simbólica contra la mujer. El Congreso local, allá, no prohibió estos eventos, pero legisló para impedir que se destinen fondos públicos a ellos en calidad de campañas de promoción turística o publicidad oficial.  

Los diputados han acordado que los concursos donde se evalúa el cuerpo y la belleza de las mujeres promueven “estereotipos sexistas” que discriminan las características físicas de las concursantes. La Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Género en Oaxaca recoge la prohibición de usar cualquier recurso público para actos donde se evalúe el físico de las mujeres de cualquier edad.  

Entonces, no todo es apología del delito en un bar. María Teresa Guerra Ochoa tiene mucho trabajo que desarrollar; de los resultados que arroje su desempeño dependerá su futuro político en el 2024 y el 2027…