El proceso de sucesión presidencial comienza formalmente hoy, cuando el Consejo Nacional de Morena apruebe la convocatoria y lineamientos de selección de su precandidato, en el que participarán por ese partido, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México; Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores; Adán Augusto López, titular de Gobernación, y el senador Ricardo Monreal.
En la correlación de fuerzas –identificada por consejeros–, un tercio de los 370 integrantes está vinculada a los gobernadores y al menos la mitad de esa instancia de dirección partidaria se identifica con la jefa de Gobierno. El resto divide apoyo entre los otros dos aspirantes y Monreal prácticamente no tiene ninguno.
No obstante, el consejo no decidirá al candidato, sino una o más encuestas –incluso podría levantarse vía remota– y los aspirantes tendrán derecho a presentar un sondeo espejo. Por primera vez, el partido en el poder incluirá en el sondeo a un aspirante por cada uno de sus aliados: el senador Manuel Velasco y el diputado Gerardo Fernández Noroña, quienes asisten como invitados en la sesión de hoy.
La reunión de este domingo definirá las reglas que ya se han venido perfilando desde la cena del lunes pasado, donde se había adelantado a los gobernadores la obligación de no expresar apoyos, pero éstos aprovecharon el resquicio de la falta de reglas formales para manifestarse en favor de alguna de las corcholatas.
A más tardar el 16 de septiembre Morena habrá designado a su coordinador nacional de los comités de defensa, como lo ha hecho en procesos anteriores.
Definidas las reglas, los aspirantes firmarán una carta en la cual se comprometan a respetar los resultados, así como a renunciar de manera definitiva a sus cargos esta misma semana. El 15 de junio será el registro ante los órganos partidarios.
Al día siguiente del triunfo en el estado de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador convocó a los aspirantes y a la cúpula de Morena para poner en marcha el proceso de su sucesión. Asistentes al encuentro señalaron que a Ebrard, López Hernández, Sheinbaum y Monreal se les informó que deberán suscribir las bases éticas de la competencia interna.
Esa noche quedó claro que los contendientes, independientemente de los resultados, tendrán garantía de un lugar en el próximo gobierno, incluso el penúltimo y último lugares.
Al segundo y tercero de la encuesta se le ofrecería ser coordinador de la campaña, coordinador de la bancada en alguna de las dos cámaras o sumarse al próximo gabinete presidencial.
En los días previos a la reunión privada del consejo comenzó el cabildeo entre consejeros para sumar respaldo a las propuestas que harán las corcholatas.
El consejo, presidido por el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, representa el órgano de decisión de los ejes, acciones y plataforma del partido. En el caso del proceso de sucesión presidencial le corresponde definir las reglas, tiempos y requisitos, mismos que la dirigencia deberá ejecutar.
Todos los gobernadores tienen representación, excepto la de Quintana Roo, porque la entidad sólo cuenta con cuatro distritos electorales y no alcanzó los votos suficientes para un lugar en el consejo. Por entidad, el respaldo se lo disputan Sheinbaum y López Hernández, en concordancia con la inclinación que manifiestan los gobernadores.
Como parte del jaloneo interno, las senadoras Malú Micher y Olga Sánchez Cordero –entre otras– exigieron asistir a la sesión, a la que no fueron invitadas. “¿Creían que íbamos a realizar un alboroto?”, reclamó Micher, del equipo de Ebrard.
Enrique Méndez, Alma E. Muñoz y Néstor Jiménez
Fuente: La Jornada