Sinaloa, a lo largo del tiempo, como cualquier otra comunidad, ha padecido diferentes epidemias, y la historia a base de documentos nos informa el contexto social que predominaba en esa época, explicó la investigadora de la Facultad de Historia de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Venecia Lara Caldera.
La también coordinadora del Laboratorio de Microfilm, informó que con base en los documentos que integran el acervo de esta unidad académica, confirman las enfermedades que han azotado a la comunidad sinaloense, pues según los registros, Sinaloa específicamente se vio afectada por la viruela, sarampión y tifoidea en las comunidades de Badiraguato y San Ignacio, en los años 1780, 1798 y 1805.
En ese sentido, subrayó que estas epidemias en su primera aparición arrasaron con los indígenas sin afectar a los españoles, pero después perturbaron a la población en general, afectando en un mayor grado a los infantes que, al no contar con un sistema inmunológico preparado para dichas enfermedades, las padecieron en un alto número.
Destacó que según los archivos de la época no se contaba con una vacuna como tal, así que el brote de la enfermedad duraba de uno a dos meses y las personas que se enfermaban morían, y sobrevivían solo quienes no la padecían.
“Están muy pegados los años, cerca de la Independencia, nos hace reinterpretar lo que sabemos, pues estas enfermedades son un mal que está afectando a la sociedad en general, precisamente para eso estudiamos historia, para reinterpretar lo que ya sabemos de la historiografía”, manifestó.
La académica dio a conocer que esta información se obtiene de las cartas de defunción de los párrocos de los diferentes poblados sinaloenses, quienes de su puño y letra elaboraban estos documentos y narraban la causa de muerte y parte del contexto social que se atravesaba en ese momento, así como su origen y estatus social.