Alfonso Carlos Ontiveros Salas
El alcalde de Mazatlán asume posturas arbitrarias y se convierte en un peligro para la sociedad y la salud mazatleca, violando todo principio de legalidad y los derechos humanos_
La autonomía municipal como el presidente Guillermo -El Químico- Benítez Torres la quiere interpretar, rebasa toda prudencia política y violenta los principios fundamentales del federalismo constitucional de los mexicanos. El Municipio de Mazatlán como forma de gobierno, es parte de una estructura política y administrativa establecida en el artículo 115 de la Constitución Federal. Sus facultades están normadas y no al capricho de políticos enfermos como el que gobierna Mazatlán.
Esa distinción constitucional, no permite el derecho para ejercerlo de manera discrecional, por lo que cualquier acto debe estar apegado a disposiciones jurídicas generales que le impone deberes y obligaciones. El municipio por tal motivo, está subordinado al mandato político formal que lo crea y le concede facultades para autorregularse y gobernarse. Todo desvío deberá ser sancionado.
El Químico deberá aceptar que el gobierno que ejerce no es igual a las prácticas que libremente puede realizar en su laboratorio, ya que las cuestiones de salubridad general, no caen en la competencia del municipio. Es un asunto del Consejo de Salubridad General previsto en el artículo 73, fracción XVI, números 1°, 2° y 3° de la Constitución Federal.
La Secretaría de Salud del Gobierno Federal será la autoridad que norme la aplicación de todas las medidas preventivas indispensables para evitar perjuicios graves a la salud de los mexicanos. Las autoridades de los estados y municipios acatarán esas disposiciones.
Las medidas anunciadas por el Secretario de Salud Estatal Cuén Ojeda se apegan a esos principios constitucionales y que de manera categórica han sido apoyadas por el Gobernador del Estado Rubén Rocha Moya, para evitar que el contagio del covid-19 y la nueva cepa ómicron. haga estragos en la salud de los sinaloenses.
Estamos frente a un riesgo mayor, por lo que la actitud del Presidente Municipal Benítez Torres rebasa arbitrariamente las facultades que no le han sido concedidas por la constitución y la ley. Que entienda dicho personaje, que la autonomía municipal es una cualidad compuesta de un conjunto de potestades y competencias establecidas en la constitución, que no permiten decisiones unilaterales que puedan ejercerse de manera irresponsable poniendo en riesgo la salud de todos.
Benítez Torres, es un gobernante torpe y arbitrario. Torpe, porque no ha sabido dominar sus conocimientos en cuanto a las facultades que puede o no ejercer. Arbitrario, porque anuncia el ejercicio de actos de gobierno en el municipio, cuando declara y afirma que permitirá el arribo de pasajeros que vienen en navíos turísticos. contagiados muchos de ellos, del virus que ha provocado esta maldita pandemia y que ha enlutado a numerosas familias en el País. Viola la esencia del derecho de todos.
Viola todo principio de legalidad y los derechos humanos en general. Confronta las disposiciones de seguridad jurídica y la del respeto irrestricto de nuestros derechos que toda autoridad nos debe proporcionar.
Reta de nuevo a la autoridad estatal que llevará a cabo en las olas altas del puerto mazatleco una concentración masiva para festejar la llegada del año nuevo. La sociedad está callada, no se pronuncia. Quiere diversión y si es gratuita mejor. Las consecuencias se verán a los pocos días como aquella maldición bíblica, en las que la salud de muchos se verá afectada o quizá haya muertes innecesarias. Ese sería el costo de esta pandemia que nos azota y que todavía nos puede sacrificar.
¿El Gobernador hará el llamado de atención a un Benítez Torres desquiciado? ¿le ordenará que deponga toda intención de poner en riesgo la salud de los mazatlecos? porque parece ser que no hay, por el momento, quien lo ubique en su lugar.