Después de la marcha del domingo, ¿ya está salvado el INE?, ¿hay garantía de que el instituto asegure su autonomía e independencia para 2024?
1.- ¿Es un parteaguas en el ambiente político nacional?
No, si se cree que después de la marcha hay un curso irreversible que va a fortalecer a la oposición y a debilitar al gobierno de López Obrador. Sí, si se visualiza que es la primera ocasión en este sexenio que hay una expresión de masas contraria a las políticas del actual régimen.
El entusiasmo que generó en mucha gente el haber sumado cientos de miles de manifestantes a nivel nacional marchando por la defensa de las instituciones democráticas, puede hacer perder la dimensión e imaginar que el gobierno de López Obrador ya va camino a su derrota.
Estamos lejos de ello. Lo más probable es que el 1 de diciembre, Morena haga uso de su músculo político y llene el Zócalo y calles aledañas, con motivo del enésimo informe de AMLO.
Las concentraciones en las calles son importantes, pero no determinantes.
2.- ¿Ya está salvado el INE?
Ya se lo comentaba ayer en este espacio: no hay ninguna seguridad de que el INE asegure su autonomía e independencia para 2024.
No importa que después de la marcha se hayan reducido las probabilidades de que pueda pasar por el Congreso una reforma constitucional, AMLO sabe que la batalla por el INE tiene otras arenas y todavía falta mucho camino para que se defina.
La más importante de todas ellas –que no la única– será el reemplazo de los consejeros electorales que terminarán su mandato en abril.
Otro escenario, menos probable pero también posible, es que el gobierno pretenda hacer cambios en las leyes electorales para obtener los mismos resultados pretendidos por la reforma constitucional, pero sin la necesidad de obtener mayorías calificadas.
3.- ¿Qué partidos y qué políticos ganaron y perdieron con la marcha?
El mayor perdedor, sin duda, es el presidente López Obrador. La pretensión de disuadir a los ciudadanos de acudir le salió como boomerang y quizás convocó a muchos. El intento de minimizarla en la mañanera de ayer también fue muy poco afortunado. Las imágenes y videos, reproducidos intensivamente, desmienten sus dichos.
En Morena, perdió Claudia Sheinbaum, gobernante de la ciudad que dio cobijo a la marcha y la más activa en desacreditarla directa o indirectamente. Ganó Monreal, quien mantuvo la serenidad de ver en la marcha una expresión de la democracia. Quedó tablas Marcelo, a quien, para variar, le tocó estar lejos.
De los partidos de oposición, quizás el PAN fue quien tuvo el mejor saldo pues los panistas asistentes no fueron increpados. El PRI salió raspado pues aunque algunos de sus integrantes fueron bienvenidos y no tuvieron incidentes, no fue el caso de Alito Moreno.
4.- ¿Qué sigue para el movimiento que se expresó en la marcha?
Por lo pronto, hay incertidumbre. No puede haber una marcha así cada mes. La energía ciudadana que se expresó en las calles fue la expresión de un deseo contenido de reclamar y protestar. Para que esta energía cristalice se requiere que adquiera una expresión política organizada. Si hubiera un líder social que fuera la cabeza visible del movimiento, en él estaría el futuro. Y quizás pudiera encabezar una coalición partidista. Cárdenas, en 1988, fue primero el candidato de un partido que solo tenía las siglas (el PARM) y luego encabezó un poderoso movimiento político. Fox encabezó la expresión ciudadana que buscaba la democracia. AMLO acabó construyendo su propio partido. Hoy no hay un personaje así. Por eso, el futuro parece depender de los partidos políticos y su capacidad para entender la expresión ciudadana que salió a la calle, lo que hoy por hoy es incierto.
Pero, también existe la posibilidad de que esa energía se disperse y la gran marcha quede para el anecdotario de la lucha por la preservación de la democracia.
5.- ¿Cambiará la marcha el balance de las elecciones estatales de 2023?
Puede hacerlo. La encuesta que hoy publica El Financiero respecto a las intenciones de voto en el Edomex, levantada antes de la marcha, muestra que la competencia está abierta.
Y los resultados de las elecciones de junio pueden modificar profundamente el ambiente político nacional.
Enrique Quintana
Fuente: El Financiero