Como en Dinamarca

Estrategias anticorrupción fallidas y políticas de austeridad desafortunadas que han dado como resultado el desabasto de medicamentos.

Vamos a dejar un sistema de salud pública de primera, como el de Dinamarca”, aseveró el presidente López Obrador el pasado 15 de abril en Juchitán, Oaxaca, donde supervisaba el Plan de Salud IMSS Bienestar.

No es la primera ocasión que el Presidente se aventura a decir que su administración heredará un sistema de salud como el del país europeo, lo curioso es que cada vez que lo hace, la fecha se va recorriendo, cuando lo mencionó por primera vez prometió que se lograría para mitad de su sexenio, el pasado sábado se comprometió a hacerlo para este año.

Lo alarmante no es que no se vea cercana la fecha sino lo abismalmente lejano que se ve el sistema de salud mexicano del danés, según el sitio Health Care Index, que hace un ranking de los sistemas de salud a nivel mundial basándose en calidad general del sistema de atención médica, infraestructura, competencias de los profesionales de la salud, disponibilidad de medicamentos de calidad y preparación del gobierno; el sistema danés se encuentra en tercer puesto, mientras que el mexicano ocupa el lugar veintinueve.

No nos enfocaremos en por qué el sistema de Dinamarca está donde está, sino en por qué el mexicano se encuentra lejos.

El sistema danés está altamente desarrollado y ofrece una atención médica de alta calidad, derivado de la inversión publica de ese país para este rubro, el cual está por encima del promedio de toda la Unión Europea en la ultima década. Por el contrario, según datos de 2023 de la OCDE, México se encuentra dentro de los países latinoamericanos que menos gasta en ésta esfera, con sólo 5.2% del PIB.

El resultado de esta inversión son historias de terror en las cuales los pacientes sufren una pésima atención en clínicas que no han tenido una remodelación hace 30 años y tienen que esperar por largos periodos de tiempo para obtener una cita con especialista, obligando al usuario a buscar algún médico particular o condenarlo a la espera con la amenaza de empeorar su estado de salud.

Estrategias anticorrupción fallidas y políticas de austeridad desafortunadas que han dado como resultado el desabasto de medicamentos, tema presente en todo el tiempo de la administración actual, que a su vez ha derivado en 22.8 millones de recetas sin surtir en 2022, manifestaciones por falta de medicamentos psiquiátricos apenas esta semana y el lamentable caso de desatención a tratamiento de niños con cáncer.

El escenario de llegar a igualar a Dinamarca está lejos, pero ojalá simplemente se pueda acercar a los mexicanos a una atención de salud digna.

AZUL ETCHEVERRY.

Fuente: El Heraldo de México