Alfonso Carlos Ontiveros Salas.
Cerca de las quinientas desapariciones forzadas de personas y poco más de once feminicidios, es lo que se registra en Sinaloa en lo va del año.
Es un hecho alarmante que no es menor y todavía se atreven a distraer su tiempo en conflictos que no le abonan a la seguridad ciudadana y en cambio alarman la tranquilidad social.
Los agricultores se inconforman y se manifiestan. El fenómeno de la inseguridad también se da por no atender las justificadas demandas de los productores del campo.
No quieren como mediador en el conflicto de los productores agrícolas a Serapio Vargas ¿por qué? Lo tildaron de diversas formas y le pidieron al Gobernador que por favor no utilice a ese tipo de asesores. Algo le vieron o algo hizo que no fue del agrado de los manifestantes.
La desaparición de personas es preocupante. La cifra que se registra es muy elevada. Es para producir temor, pero se prefiere distraer tiempo y recursos en asuntos que no son competencia del Estado y aun así la Auditoría Superior del Estado presenta denuncias ante la Fiscalía Estatal distrayendo tiempos valiosos para atender denuncias por quien no tiene competencia para auditar los recursos propios de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y por si no lo sabe la sociedad, el día de ayer se notificó el otorgamiento de una suspensión provisional para que entre otros efectos, no se audite a la UAS de los recursos propios como lo ha pretendido la ASE.
Mientras se justifican con un conflicto estéril, desaparecen muchas personas en el Estado. La cifra de asuntos que se resuelven por ese motivo es sumamente bajo, la seguridad pende de un hilo.
Con mucha facilidad se levanta y se pierde a una persona para ya no encontrarla y si se encuentra, es porque ha sido asesinada. La Secretaria de las Mujeres se lamenta por el número de feminicidios que han ocurrido en Sinaloa en lo que va del año.
El problema es que no se conoce de ningún programa dirigido a prevenir ese tipo de desenlaces degradantes para la mujer afectada. Pocos son los feminicidios que se esclarecen.
La crisis de inseguridad es preocupante. La policía es más escaza en el Estado. La Universidad de la Policía se entretiene convocando a cursos de posgrado en lugar de convocar urgentemente para la formación de nuevos policías. Sigue siendo una simulación y una estrategia fallida del gobierno del Estado.
El riesgo mayor es que la sociedad no se siente segura. No lo dice quien esto escribe, lo dice el INEGI en una reciente información de que en una encuesta realizada seis de diez ciudadanos se sienten inseguros en su Estado.
Las autoridades tienen la solución a esa crisis de inseguridad, pero seguro que se volverá más crítico todavía con el regreso de la Guardia Nacional al mando civil.
Esa corporación policial también ha sido un completo fracaso porque convertir al soldado en policía fue la peor torpeza que se haya decidió llevar a cabo para el combate a la inseguridad.
Se fue prácticamente el sexenio y las policías civiles brillan en la imaginación de los gobernantes. Les ha valido un soberano cacahuate la seguridad ciudadana.
Ahí están en Sinaloa las casi quinientas desapariciones forzadas de personas en la que va del año, y las más de tres mil a nivel nacional.
Los grupos delincuenciales siguen impunemente delinquiendo. Las carpetas de investigación están vacías. Grupos de rastreadoras siguen creciendo y también sufriendo, exigen que sus familiares privados de la libertad aparezcan con vida.
El deseo del hallazgo del familiar privado de su libertad los anima a seguir buscando. La autoridad pasiva espera los resultados que los grupos le aporten. La impunidad crece y la persecución política se privilegia.
El Juzgado Tercero de Distrito en Culiacán, concedió una suspensión provisional a la Universidad Autónoma de Sinaloa, para que sus recursos propios no sean auditados por el Congreso del Estado o la Auditoría Superior del Estado que es lo mismo.
Un aviso más de que lo que están haciendo está violentando la autonomía universitaria. Se sigue avanzando en la defensa jurídica de la UAS.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.