El difícil y empedrado camino de la Oposición

Mientras que el Oficialismo ha consolidado una importante fuerza electoral a través de los Programas Sociales.

Mientras que el Oficialismo ha consolidado una importante fuerza electoral a través de los Programas Sociales, el Partido Morena y sus aliados, los Gobiernos Estatales que controla, el carisma del Presidente y sus mañaneras, han decidido dividir al país entre buenos y malos, entre liberales y conservadores, con deliberado propósito de formar un Frente Nacional, suyo objetivo –por encima de los Programas de Gobierno— es la conservación del poder.

Por otra parte, la Oposición obviamente se encuentra dividida por sus diferencias ideológicas y una visión distinta del futuro nacional. En efecto, el Partido Acción Nacional nació como una fuerza conservadora para oponerse al proyecto de la Revolución Mexicana y combatir la Reforma Agraria y la Expropiación Petrolera; mientras que la visión estatista del PRI surgió de los Principios Ideológicos de la Constitución –puntos de vista que comparte doctrinariamente el PRD—. Por lo tanto, su alianza es complicada y el camino electoral es empedrado y difícil.

Sin embargo, la decisión de participar en una Alianza Electoral es la única salida pragmática y viable para enfrentar el Oficialismo. No obstante, para que esto pueda realmente suceder, son necesarios –cuando menos— cuatro elementos estructurales:

Primero. Una Declaración de Principios que sea compatible en puntos sustanciales, con una visión que implique el respeto al orden jurídico establecido, el cumplimiento de la Constitución General de la Republica y el desarrollo de una Economía Mixta, cuyo contenido debe ser “con sentido social”, sin restringir el desarrollo de la iniciativa privada, pero también, sin entregar el poder a la clase capitalista.

Segundo. Una Alianza Electoral en concordancia con la legislación vigente, conducida por los preceptos del Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Tercero. Una Carta de Intención previa, que permita –en caso de triunfar— la construcción de un Gobierno de Coalición como esta previsto en los artículos 76, fracción II y 89, fracciones II y XVII de la propia Carta Magna, lo que implica un Convenio y un Programa de Gobierno común y una distribución del poder, para formar un Gobierno plural; estos instrumentos –Convenio y Programa— de acuerdo a la fracción XVII articulo 89 Constitucional, deberán ser aprobados por el Senado de la Republica.

Cuarto. La elección interna de un Candidato común a la Presidencia, que implique una metodología que esté en concordancia con los Estatutos de los tres Partidos coaligados, que pueda abrir la puerta a la sociedad y al pueblo en general, para crear una candidatura que pueda ser aceptada por los militantes y simpatizantes de la Alianza y que incorpore –de manera clara— a las diversas fuerzas políticas de la sociedad, dándole preminencia a la clase media que, hoy por hoy, se encuentra agraviada.

Estos temas hacen difícil el camino, pero no imposible, para ello se requiere que prevalezca un concepto de solidaridad entre los dirigentes, haciendo a un lado los intereses particulares que pueden ser egocéntricos y soberbios; sin esta metodología propuesta será imposible el triunfo opositor.

La esperanza de frenar el Proyecto Oficial debe basarse en la buena fe y el patriotismo.

ALFREDO RÍOS CAMARENA

Fuente: El Heraldo de México