La importancia de una ciber-educación de calidad

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) establece la importancia de cerrar la brecha digital para infancias de zonas más desfavorecidas.

La educación es el motor que guía a las sociedades, impulsando el desarrollo, la innovación y formando a las personas que en algún momento tomarán las decisiones del camino que debe seguir cada país. Por esta razón, la educación es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que guían las prioridades de la agenda internacional para la próxima década. 

Aun cuando los esfuerzos internacionales han logrado reducir significativamente la brecha de educación primaria a nivel global, existen muchos elementos que deben ser considerados cuando hablamos de educación. De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), 75% de jóvenes entre 15-24 años usan Internet de manera regular (2022). Además, existen esfuerzos por incrementar este número, especialmente como motor para el desarrollo de países con mayores índices de pobreza.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) establece la importancia de cerrar la brecha digital para infancias de zonas más desfavorecidas. Sin embargo, se considera importante distinguir que la brecha digital no se trata solamente del acceso a Internet, sino también del uso que se hace de él. El ciberespacio es más útil y aprovechado cuando sirve de herramienta para cerrar otro tipo de brechas, como la educación.

A medida que son cada vez más las niñas y niños que se integran al mundo digital, debemos considerar los riesgos a los que pueden enfrentarse. Dicha afirmación nos lleva a considerar lo inevitable: es necesario asegurar una educación de calidad en ciberseguridad. Los esfuerzos por cumplir el ODS 4 deben integrar desde un inicio la educación en ciberseguridad y en el uso correcto del ciberespacio. Para impulsar una educación de calidad a nivel global, es necesario considerar la ciberseguridad como un elemento fundamental de esos esfuerzos.

Algunos países son conscientes de la importancia de integrar la ciberseguridad desde la vértebra de sus programas educativos. Por ejemplo, Reino Unido cuenta con el Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC), que establece una Estrategia Nacional de Seguridad Cibernética que considera un periodo de cinco años de educación en riesgos cibernéticos. Sin embargo, este tipo de esfuerzos están enfocados a una población mucho más grande y madura. Para el caso de las infancias, los programas educativos enfocados en el espacio digital son reducidos o provienen mayormente de esfuerzos del sector privado.

Integrar la educación digital y en ciberseguridad como una prioridad para los gobiernos podría no solamente asegurar una fuerza laboral en el sector para el largo plazo, sino también ayudar a reducir muchos problemas de seguridad y educación al que se enfrentan las niñas y niños. UNICEF establece una serie de prioridades para “aprovechar lo bueno, limitar el daño” respecto al uso de Internet entre niñas y niños. No obstante, estas leyes o normas de protección toman poco en cuenta el rol de la educación.

Aun cuando cada vez son más los países que reconocen la importancia de la educación digital en las infancias como una prioridad que debe venir desde todos los sectores, incluyendo el público. Países como Reino Unido, Singapur, India o Japón cuentan con programas gubernamentales enfocados en crear escuelas digitales que ofrezcan oportunidades de aprendizaje del mundo virtual, incluyendo cuestiones de seguridad. Cada uno de estos programas varía en su aplicación y alcance, pero marcan el inicio de un camino a seguir para el resto de los países, procurando llevar la importancia de esta necesidad a foros más grandes.

En Metabase Q, buscamos impulsar esfuerzos conjuntos con el sector público, privado, academia y otro tipo de organizaciones para fomentar una educación de calidad en ciberseguridad.

ANAHÍ LIMA

Fuente: El Heraldo de México