Las formas de Monreal

Sin el más mínimo pudor fue electo con el apoyo de una super mayoría de todos los partidos políticos y con una apenas una visible oposición, el señor Rafael Luna Alviso como nuevo comisionado del INAI, nada más y nada menos que el flamante compadre del senador.

¿Cómo entender a este nuevo régimen? Sus formas, las negociaciones, los intereses económicos, sus relaciones personales y familiares que determinan la inercia que va tomando este nuevo régimen de la famosa cuarta transformación.

Sin embargo, en el fondo también observamos cómo lo que se ha expresado como un cambio profundo, no es más que un cambio de élite política, más no de contenido y aproximación al poder. Es más, esa sustitución de una élite con perfiles tecnócratas y administrativos que basaban su legitimidad y credibilidad en títulos universitarios, maestrías y doctorados, y con poco o nulo conocimiento de política y la diversidad del país, y que en muchos de los casos terminaron en una gran corrupción, ahora son sustituidos por personajes incompetentes, no formados, que ni a gerentes aspiran, pero con las mismas o peores formas en la administración pública.

Como lo evidenció en su momento Jaime Cárdenas al dejar el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, por las atrocidades que se cometían con la narrativa de la “campaña contra la corrupción”.

En esta semana, ya más que apurados y sin recato alguno fueron electos en el Senado de la República (ese cuerpo colegiado que se ve a sí mismo como la creme de la creme, conocedora, experimentada, garante del constitucionalismo mexicano y que a muchos puede parecer una comedia griega) varios integrantes de órganos autónomos como el Instituto Nacional de Acceso a la Información.

Así las cosas, y sin el más mínimo pudor fue electo con el apoyo de una super mayoría de todos los partidos políticos y con una apenas una visible oposición, el señor Rafael Luna Alviso como nuevo comisionado del INAI, nada más y nada menos que el flamante compadre del senador Ricardo Monreal

Luna Alviso, es uno de esos “doctores” estilo Jazmín Esquivel, sin mayor mérito que la necedad y el parentesco político por afinidad, así es como camina al ejercicio de una materia fundamental en la democracia, la transparencia y el acceso a la información, sin el cumplimiento cabal de todos los requisitos, sólo por obra y gracia de la mágica política mexicana.

Mágica, porque el régimen de la cuarta transformación purifica a un ex priista que pasó por ese partido en la intrascendencia absoluta -ni una sola acción para recordar-, posteriormente por el PRD en la tragedia, ya que después de haber neceado hasta el límite racional fue propuesto por el occiso Leonel Luna como diputado local en los tiempos en los que ese partido ganaba todas y cada una de las diputaciones que competía en la Ciudad de México, con excepción de la de la alcaldía Benito Juárez.

El único legado de Rafael Luna Alviso fue perder un distrito en Álvaro Obregón, precipitándose a festejar su triunfo con su característica afición al alcohol y a las mujeres, sin aún haber terminado la jornada electoral, así el partido ganador le quitaba los últimos votos para que a la mañana siguiente despertara con una gran resaca, al haber perdido la contienda por unos cientos de votos.

Otra decepción para Monreal fue cuando habiéndolo designado como representante de los programas federales en la Ciudad de México, encomendándole el control de ellos particularmente en la Alcaldía Alvaro Obregón, el talento únicamente le alcanzó para imponer a su esposa como Concejal, pasando nuevamente sin ningún conocimiento ni trayectoria política. No obstante tal radiografía, ambos, se designaron simultáneamente para ser candidatos por esa alcaldía cubriendo la cuota de hombre y mujer, por si acaso

Ante el esperado resultado, en un berrinche ante su amigo Ricardo Monreal por no haberse impuesto en Morena, la pareja abandonó a este partido para sumarse al nuevo proyecto de Monreal llamado Fuerza por México terminando en esta ocasión ya no sólo en la intrascendencia, sino en un absoluto ridículo ante la población en general y ante los tomadores de la decisión.

Pese a todo, finalmente gracias a su compadre por fin a Rafael Luna Alviso le hizo justicia justicia la revolución y lo designaron comisionado del INAI, ignorando el ejercicio de evaluación realizado por las comisiones legislativas y el órgano ciudadano externo, y a pesar de haber resultado con la segunda peor calificación.

Sin problema, Rafael Luna Alviso ahora tendrá en el INAI un digno retiro.

Ese es el régimen de hoy, donde todos sin pudor, permiten este tipo de abusos y atropellos, incluyendo al PRI, PRD y PAN, aunque cínicamente afirme la diputada sin representación Paloma Sánchez “que estábamos mejor cuando estábamos peor”.

Es el régimen, y somos nosotros.

Y no es pregunta.

MARTHA GUTIÉRREZ

Fuente: El Heraldo de México