Palmiro Cervantes Jr.
El conflicto que vive el ayuntamiento de Mazatlán trabado por la pretensión del alcalde de querer imponer a base de presiones y amenazas al secretario, tesorero y oficial mayor, revela el perfil real de cacique del PRI de Guillermo -El Químico- Benítez y refleja la intensión de crear una ínsula municipal alejada del gobernador Rubén Rocha Moya para cuajar a traspatio millonarios negocios e ir por la Senaduría en el 2014 sin el apoyo de Morena.
El argumento de la autonomía municipal del alcalde usado para no resolver el conflicto parte de los planes de Benítez Torres que le apuesta a un gobierno unipersonal, con el acotamiento de las facultades de los regidores, sin la presencia en el municipio de partidos políticos ni de la Auditoría Superior del Estado, ni la Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas ni de la Unidad de Inteligencia Financiera.
En la conflagración política que escala por el llamado del alcalde a la violencia callejera y al “terrorismo político”, aparece como alter ego o factótum o el poder atrás del trono en Mazatlán, el empresario Juan José Arellano Hernández, del grupo Arhe, sobre quien pesan líneas de investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera por presunto “lavado de dinero” a través de una red de empresas “fantasma”.
Una de las empresas “filiales” de Grupo Arhe, es Nafta Lubricantes que le “ganó” al ayuntamiento de Mazatlán una demanda por los permisos para instalar una gasolinera. La comuna le está pagando con terrenos y con millones de pesos la “querella perdida”. Pese a sus líos legales con el ayuntamiento, el grupo Arhe financió la campaña de “El Químico” Benítez a cambio de las tres principales posiciones del ayuntamiento.
Para cumplirle a Juan José Arellano con la entrega de la secretaría, la tesorería y la oficialía mayor, el presidente municipal rompió pactos y tiró al basurero la diplomacia política. Con el poder del dinero de los Arellano y por los negocios que tiene planeado cuajar con este grupo, decidió declararse en “rebeldía” y no acatar ninguna recomendación del gobernador Rubén Rocha Moya ni del secretario general de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez.
Con Morena, “El Químico” Benítez rompió relaciones a principios del 2021 cuando este partido le negó la candidatura a la gubernatura de Sinaloa. “El Químico” llegó a la presidencia municipal signado por el Partido Sinaloense, de quien se desvinculó para no respetar acuerdos políticos. Por “rajado”, el alcalde de Mazatlán no es del agrado de Mario Delgado, dirigente nacional de Morena.
Cilindrado por Juan José Arellano y cegado por su desmedida ambición política, “El Químico” Benítez explora su arribo en el 2024 al PRD, PVEM, PT o al Movimiento Ciudadano; por uno o dos de estos partidos buscaría la Senaduría de la República. El choque frontal con Rocha Moya días antes de las elecciones constitucionales y el “agarre” que mantuvo con Mario Delgado lo aleja a futuro de cualquier postulación morenista.
En la “negociación” para destrabar el conflicto que vive el ayuntamiento mazatleco, “El Químico” Benítez mandó la lectura al gobernador Rubén Rocha Moya que prefiere estar más cerca de los intereses y negocios del Grupo Arhe que del gobierno de la 4T y de que no está dispuesto, bajo el argumento de la autonomía municipal, a acatar ninguna de sus suerencias.
En el jaloneo por las tres principales posiciones de la comuna con los integrantes del cabildo, se advierte la cerrazón de Benítez Torres y de que no acatará la ley con tal de cumplir sus compromisos con el Grupo Arhe, a quien no le bastan los chorros de millones de pesos y los terrenos que le están dando por la «licencia apócrifa» para construir una gasolinera. Arellano, el empresario, va por el control total del ayuntamiento mazatleco.
En Mazatlán, para “El Químico” Benítez no existe más autoridad que la de él y la de Juan José Arellano, lo cual que revela su perfil de convenenciero y de cacique del PRI; no cuentan para él porque dice que el ayuntamiento es autónomo, ni Rubén Rocha ni el secretario general de Gobierno, quien pretendieron ayudarlo a que solucionara el conflicto con los regidores para evitar que le vaya más mal y de que el problema escale a los tribunales electorales y administrativos.
Para el alcalde las únicas sugerencias válidas son las de Grupo Arhe; el argumento de la autonomía lo usa para intentar ponerse a salvo de cualquier escrutinio político y financiero y para demeritar la futura presencia de la Auditoría Superior del Estado, la STyRC y la UIF en el ayuntamiento mazatleco.
En Morena, “El Químico” Benítez ya no tiene futuro….
Publicado por gremio.news