Morena anuncia precandidatos de primera y de segunda

¿A qué juega Mario Delgado? A confirmar que hay favoritos en Regeneración Nacional. Es eso.

No conforme con que precisamente eso fue lo que permeó durante la contienda interna para designar a quien sería la (el) candidata(o) presidencial de Morena a la Presidencia, hoy repite el esquema y lastima a posibles contendientes y favorece a otros.

En días pasados, los comités estatales de Morena designaron a los participantes para ser los defensores estatales de la 4t en las nueve entidades donde habrá elecciones locales en junio del próximo año. En ese proceso dejaron a importantes ‘corcholatines’ fuera, lo que de inmediato —y por obvias razones— se convirtió en un problema. De ahí que ahora se llevará a cabo un segundo proceso de reparación de daños, a partir del cual se integrará a los excluidos a través del Consejo Nacional de Morena.

Me pregunto: si iban a terminar integrándolos, ¿por qué dejarlos fuera inicialmente? ¿Para qué hacer evidente que no fueron privilegiados por el dedito apuntador de una decisión estatal y debe ser ahora una segunda instancia quien los “salve”?

Tal vez Mario Delgado quiso “ablandar” a algunos precandidatos que se sabe no van a ser favorecidos por la dirigencia de Morena, para que luego no le hagan a él y al presidente López Obrador berrinches tipo los de Marcelo Ebrard… Muy democrático no es el Movimiento Regeneración Nacional. Los precandidatos “reinsertados” por Morena han perdido delante del público la aureola de imbatibilidad, lo que desacredita cualquier posible protesta posterior de su parte.

Demasiada faramalla para hacer pasar la opacidad como apertura y piso parejo. Y en todo caso, no había ninguna necesidad de lastimar a quienes ni siquiera son seriamente considerados por AMLO.

En cualquier contienda hay favoritos, mas estos debieran determinarse a partir de la votación, el sondeo, la consulta, la encuesta a las bases o a la población abierta, no de acuerdo a los intereses de una cúpula o del líder moral del partido. Pero en el caso de la 4t lo segundo es lo que ha sido evidente. Ocurrió con la pasarela de las corcholatas federales y ahora va a repetirse con las estatales.

¿Quién paga el montaje? Los impuestos de los contribuyentes. De allí que pareciera que la población es sadomasoquista. De otra forma no se entiende que a Mario Delgado le tenga sin cuidado el que las elecciones estatales sean tan tortuosas. Y no habría los desaires —pero tampoco las ilegalidades— que se suscitaron a nivel federal.

Con lo sucedido en la Ciudad de México, en Puebla, en Chiapas y en Morelos, una de dos: o Delgado es neófito en las lides políticas o peca de soberbia y piensa que nunca habrá repercusiones al interior del Movimiento si establece contendientes ‘de primera’ y ‘de segunda’. A los primeros se les da todo tipo de facilidades para que puedan resaltar y permear; a los segundos se les dan más encomiendas que realizar para que no puedan sobresalir.

El dirigente nacional del partido en el poder permitió que los consejos estatales mostraran sus cuotas y sus cotos, para luego darles un jalón de orejas. Sin embargo, con ello ha lastimado a todos los integrantes de la 4t.

¿Razón para que la oposición se alegre? No, no es para tanto. El Frente Amplio por México va lento y falta tiempo para que decida quiénes serán sus posibles candidatos. El que las figuras de la 4t —las de primera y las de segunda— se placeen a sus anchas por las entidades deja en clara desventaja a cualquier aspirante de la oposición. Las consecuencias políticas de lo anterior son previsibles.

Tristes tiempos son estos en que la verdadera contienda se da al interior de Regeneración Nacional y no fuera.

VERÓNICA MALO GUZMÁN

Fuente: El Heraldo de México