No somos el país de las más de 112 mil personas desaparecidas, somos el país que ni sabe cuántas personas le faltan.
EL 22 de marzo del 2023, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró en la mañanera “aprovecho para decirles que afortunadamente vamos bien, se va reduciendo la incidencia delictiva en el país (…) Esto es muy bueno porque, si hay paz, si hay tranquilidad, si no hay violencia, se vive sin temores, se vive en libertad”.
Yo no quiero saber qué es ir mal cuando los homicidios rondan las cifras de más de 4,000 personas y las desapariciones se colocaron casi a la par de los asesinatos en los primeros tres meses de este 2023.
¿Vamos bien?
Al Presidente le gusta presumir cuánto ha bajado la violencia, diciendo que ya no hay asesinatos, pero la verdad es que, según los datos oficiales, podemos ver cómo mientras los asesinatos bajan, las desapariciones aumentan. ¿Por qué festejamos la baja de los asesinatos con el dolor de las desapariciones?
Las desapariciones son el crimen perfecto, son un delito continuo, que rompe la vida de las personas y de sus familias. El no saber dónde está tu familiar hace que el dolor se vuelva tan profundo que permea no solo a la familia directa, sino a las futuras generaciones y a la sociedad.
Impunidad y dolor
Gracias a que en México se denuncia poco, se investiga menos y es un mínimo el porcentaje que se castiga, la impunidad se refleja en que más del 90% de los crímenes en México no se reportan a las autoridades y los que sí se reportan, más de la mitad en los que se abre un expediente no sucede nada.
Es decir, las cifras de desaparición son mucho más altas de las que reporta el gobierno, no somos el país de los 100 mil desaparecidos, somos el país que no sabe cuántas personas faltan. En México, desaparecen en promedio 27 personas al día de acuerdo con los datos de la Comisión Nacional de Búsqueda del 2022.
Violencia y desapariciones
Señor Presidente, ¿por qué le da tanto miedo mencionar las desapariciones?, se habla de la violencia en México, pero decide omitir el alza en las desapariciones de personas.
Aunque queda claro que las desapariciones en México no es algo exclusivo del gobierno del presidente López Obrador, podemos observar que actualmente las desapariciones llegan a máximos históricos.
Tenemos una perversa complicidad del Estado, ya sea por la acción o por la omisión, pero también como sociedad, tenemos responsabilidad sobre el tema. ¿Por qué no nos indigna saber que hoy, hay más de 100 mil personas que no llegaron a su casa?
El dolor de la desaparición nos afecta a todos. Es un ataque contra la libertad y los Derechos Humanos. Las personas que son víctimas de las desapariciones son tratadas como si no tuvieran ningún valor, como si sus vidas no importaran, son ocultas entre números y estadísticas, pero quiero que recuerden que estas personas, no son un dígito más en la cifra de los más de 100 mil desaparecidos, tienen nombre y apellido, son madres, padres, hijos, hermanos, son niñas que soñaban tener una fiesta de XV años, son padres y madres que querían ver a sus hijos graduarse, son un cuarto vacío en su casa, donde todos los días les recuerda que ya no están.
Es una falacia decir que “vamos bien”, cuando reemplazamos un dolor con otro. Cuando hay una política de Estado de no mencionar hasta que el dolor se disuelva en el olvido. Hoy, 27 personas no van a llegar a su casa, y nadie habla de eso.
Bidari Alday
Fuente: El Heraldo de México