En poco o nada abona el dinero del organismo al sistema de pensiones, como pretende AMLO. Representa el 0.06% del presupuesto de 1.99 billones de pesos asignado a jubilaciones.
Proclamar la desaparición de los órganos autónomos es más un acto propagandístico que una acción viable en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Declaró el Presidente que el presupuesto del INAI, por ejemplo, será destinado a las pensiones para que los trabajadores puedan jubilarse con el 100% de su último salario.
Recibió el aplauso del graderío de la clase trabajadora, por supuesto. Sin embargo, según expertos, legisladores e integrantes de los organismos aludidos, el proyecto no tiene asidero.
Primero, porque Morena carece de una mayoría calificada en el Congreso para aprobar una reforma en la materia.
Y, en segundo lugar, porque el presupuesto de los organismos en cuestión no abona en nada a la bolsa que destina o que pretende destinar el gobierno.
Los números hablan por sí solos: el presupuesto aprobado para el INAI en 2024 asciende a poco más de mil millones de pesos (1,097 millones), lo que representa sólo el 0.06% del presupuesto asignado a las pensiones que este año será de 1.99 billones de pesos.
Para ponerlo en perspectiva, para cubrir la asignación de las pensiones de un año, se requeriría el presupuesto del INAI por mil 813 veces.
La ecuación es simple: el organismo costará este año a cada mexicano tan sólo 8.29 pesos, algo en extremo pírrico si se compara con la enorme contribución democrática que ofrece.
El organismo no sólo sirve para vigilar al gobierno o balconear actos de corrupción, como la Estafa Maestra o el caso Segalmex.
Ayuda a que cualquier ciudadano tenga acceso a información de utilidad para su vida cotidiana, como expedientes médicos, trámites personales, localización de familiares, litigios y hasta cuestiones vinculadas con la tenencia de la tierra.
Ahora bien, si se trata de obtener más recursos, la 4T puede echar mano de otros rubros, incluidas las llamadas obras emblemáticas.
Por ejemplo, la Refinería Dos Bocas, que no ha refinado ni un barril de petróleo, lleva un costo acumulado de 17 mil millones de dólares, 266 veces más del presupuesto del INAI, mientras que por la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la CDMX, han pagado 113 mil millones de pesos, 103 veces más que lo asignado al organismo.
Y si a la danza de números añadimos la carga política, la percepción es que AMLO sólo busca generar polémica y polarización en torno al proceso electoral.
Por otra parte, hacer el planteamiento desde la llamada austeridad republicana lo único que provoca es confusión, pues la desinstitucionalización del poder público en este sexenio ha contribuido a la instauración del poder personal y a la concentración de este.
Además de eso, un proyecto de tal naturaleza plantea un conflicto ético: la austeridad y el buen destino de los recursos públicos contra la transparencia.
Ese argumento olvida que es gracias a la transparencia y con ello, al control democrático del poder público, que el Estado ha sido capaz de identificar y reaccionar ante los casos de corrupción más emblemáticos y costosos para las finanzas públicas.
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LA SEÑORITA VILCHIS va que vuela por la candidatura de Morena a la alcaldía de la ciudad de Puebla.
Impulsada desde Palacio Nacional, Ana Elizabeth García Vilchis, responsable de la sección Quién es Quién en las Mentiras, llegó hace unos días a la capital poblana para armar su equipo de trabajo y la estrategia de su campaña.
Enfrente tiene como rivales al empresario Pepe Chedraui y al diputado Alejandro Carvajal; sin embargo, en Morena ven muy difícil que el primero avance por las vínculos que tuvo con el grupo de Rafael Moreno Valle.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “La propaganda es el arte de convencer a la gente de que necesita algo que realmente no necesita”.
ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
Fuente: El Heraldo de México